POR WALTER EPISCOPO - DIARIO EL DIA DE LA PLATA

La primera derrota en el campeonato fue durísima para Gimnasia, por varios motivos. Nunca es agradable perder, pero hay formas y formas. Esta fue de local, jugando mal y por un 3-0 categórico.

Por otro lado, es el primer traspié y van 9 fechas, alguna vez iba a pasar y tal vez es positivo que ocurra ahora para tener los pies en la tierra.

Pero decididamente no fue la tarde del equipo de Troglio, que encima se encontró con un rival ordenado, que sabía a que jugar, que hizo tres y pudo haber hecho alguno más.

Y esta vez a los albiazules no lo salvaron ni las individualidades. Hubo nerviosismo e impotencia ante un rival que supo aprovechar su gol a favor y empezar a jugar con la desesperación Tripera.

Empezo bien termino mal

La tarde arrancó bien, con un Gimnasia protagonista, jugando en campo de Almirante. Por que el equipo llegaba hasta el arco de Gastón Losa y parecía que había olor a gol. Hubo intentos de Licht, Cuevas, Quiroga y Cabrera, pero que no terminaron bien

Esas insinuaciones duraron hasta los 25 minutos. Centro desde la derecha, la peina Echeverría en el primer palo y Acosta con todo el arco de cabeza puso el 1-0.

Las desinteligencias en el fondo Tripero empezaron a acentuarse cada vez más, malos pases, los nervios y la ansiedad por querer hacer el segundo antes que el primero, hicieron que la Fragata se vaya sintiendo cada vez más cómoda.

En el Lobo no aparecía ningún conductor claro y siempre se moría en el pelotazo a Quiroga.

Y la visita encima pudo haber aumentado antes de irse al descanso. En el último minuto se escapó Chávez, Blengio quedó en el camino, el “diez” de Almirante definió contra un costado y la pelota dio en el poste derecho de Monetti. No fue el 2-0 de milagro.

dos golpes certeros

En el complemento, prácticamente no alcanzó a hacer nada el equipo de Troglio. A los 6 minutos en una nueva pelota parada, el balón quedó rebotando entre miles de piernas, nadie de Gimnasia la pudo sacar, la encontró Echeverría y la mandó al fondo del arco decretando el 2-0.

Para colmo de males, al minuto Pouso le entró mal a un rival y vio la roja. El panorama era complicado. Enseguida vino un doble cambio de Troglio, Chaves y Peralta adentro para intentar la heróica, pero nunca llegaría. La visita se armó bien atrás y salió de contra. Así le dio el tercer cachetazo a los 16, donde Chavez esta vez definió por arriba de un Monetti adelantado. 3-0 lapidario.

Sin embargo, el Lobo herido a pesar de saber que no era su tarde intentó mil veces. Quiroga erró lo imposible, Toti Chaves intentó junto a Peralta, se sumó Mussis buscando aunque sea el del honor. Todo eso empujado por el corazón de Ignacio Fernández y la vergüenza de Lucas Licht que metieron hasta el final, pero no alcanzó.

Fue una derrota dura, podía jugar 5 días seguidos y la pelota no iba a entrar, fue de local y con el agregado del “Día del Club” con ese famoso Bono que dolió en el bolsillo del socio. Todo ese cóctel hizo que la derrota doliera aún más.

Habrá que entender que un día malo puede haber, esto es muy largo y nadie prometió un camino de rosas.