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Tucuman

TUCUMÁN: Una cruzada para transformar la realidad en La Cañada

En la escuelita de fútbol se formó un comedor para más de 50 niños.

Como toda guerra, la que hoy se libra contra ese implacable enemigo invisible llamado covid-19 se articula en múltiples frentes de batalla. Uno de esos frentes se sostiene por acciones particulares, llevadas adelante por personas que no se limitan a preocuparse por la realidad, sino que intentan aportar alguna solución concreta. Bajo esa premisa, que hace dos años lo llevó a fundar una escuelita de fútbol para chicos de bajos recursos de La Cañada, en Los Nogales, fue que Maximiliano Mamaní decidió hacer un comedor para dar una mano a las familias de la zona, muchas de las cuales están sin poder trabajar a causa de la cuarentena.
“Hay padres que trabajan en la construcción y otros rubros en los que está todo parado por ahora, y también en la cosecha, que está algo complicada por el clima, así que muchos no tienen la posibilidad de llevar el pan a la mesa. Por eso decidí armar un comedor para los chicos, con la colaboración de algunos padres que me ayudan mucho”, cuenta Maxi, de 26 años y estudiante del profesorado de Educación Física.
“A la escuelita decidí hacerla porque en La Cañada hay chicos muy humildes que no tienen la posibilidad de ir caminando hasta el club Unión Nogales para entrenarse en la escuela de ahí. Como no cobramos cuota ni nada, por medio de rifas y notas solicitando ayuda logramos hacer un festival con el que recaudamos lo suficiente para comprar las camisetas, botines y medias para todos los chicos. Son más de 50”, se enorgullece el taficeño. “Pude llevar a los chicos de la escuelita a conocer a los jugadores de San Martín. Fuimos hasta el complejo a ver un entrenamiento y hubo jugadores que se comprometieron a venir. Así que tuvimos el gusto de que (Lucas) Diarte, Pier Barrios y (Gonzalo) Lamardo vinieran a visitarnos”, agradece.
La idea de armar el comedor fue posible también gracias a un pequeño monto de dinero que había sobrado de la participación del equipo en una liga departamental de El Timbó. “Cuando jugamos de local, cobramos una entrada mínima para ver jugar a los chicos, y eso se destina a pagar el colectivo para cuando jugamos de visitante. En la última fecha nos quedó un poquito de esa plata, y como se había dado toda esta situación tan complicada por el virus, decidí destinarlo a armar el comedor. La idea es que nosotros les cocinemos, ellos retiren la comida y vuelvan a su casa”, explica Maxi.
Por supuesto, cualquier colaboración, por pequeña que sea, es bienvenida. Más aún: es necesaria. “La idea es hacerlo lunes, miércoles y viernes. Hemos empezado este miércoles, y con lo que tenemos quizás nos alcance para un par de días, así que para nosotros sería muy importante que quien quiera y esté en condiciones de hacerlo nos ayude. Alimentos no perecederos y mercadería, todo suma. Hemos anotado muchos más chicos que los que venían a entrenarse, ya que la mayoría de ellos tienen hermanitos, y las familias nos pidieron si los podíamos incluir. Cualquier ayuda será importante”, pide Maxi.

FUENTE: FEDERICO ESPÓSITO (DIARIO LA GACETA).

FOTO: DIARIO LA GACETA.

Sábado 11 de abril de 2020, 16:00

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Foto: Diario La Gaceta.