Los Sperdutti esperarán el fallo del Consejo Federal

¿Quién paga? Es la gran pregunta y que tiene una sola respuesta: la dirigencia.
Ese es el tema que hoy por hoy se analiza en la intimidad del Deportivo Maipú.

Luego de los desmanes ocurridos antes de que finalizara el partido en que Maipú perdía 2-1 ante Santamarina de Tandil en la última fecha del año, y en que el Cruzado podía alcanzar nuevamente el liderazgo de la zona Sur, un par de hinchas que bajaron desde la popular, rompieron la tela detrás del arco que da al Este y cuando restaban cinco minutos para el final del encuentro, ingresaron unos metros al campo de juego en busca de camisetas de sus jugadores, un pelotón de Infantería arremetió cruzando el campo de juego ( de Norte a Sur) desparramando balas de goma y gas pimienta. Lo cierto es que en el primer tiempo, el defensor visitante Compagnucci se desplomó cerca del área que defendía ya que había recibido un balín de gas pimienta (según trascendió se le escapó a un infante que luego participaría de la represión desmedida en el final del partido).

Todo esto, más aquel puñado de hinchas que estuvieron sobre la tela detrás del arco Este. Más la desinteligencia operativa de la policía desde que comenzó el partido, terminó con un resultado triste, pobre para un Deportivo Maipú que realizó su mejor campaña de los últimos años.

¿Su sueño? Ascender a la B Nacional. El proyecto ascenso estaba en marcha ya que estaban hasta los refuerzos (dos) para comenzar el próximo 5 de enero las prácticas de cara la segunda parte del torneo: Lucas Parisi (volante) y Gonzalo Parisi (delantero), aunque no se desataban otros nombres como el Antonio “Chipi” Barijho, nombre que también sonó en la intimidad de la dirigencia.

Pero todo comenzó a derrumbarse con el pobre arbitraje de Bocci en Ramallo, ante Defensores de Belgrano, árbitro que enterró al Cruzado (un penal dudoso y dos expulsados). A esto se le sumó lo ocurrido en su propia cancha, ante Santamarina (T). Detonante.

“Dolido, apesadumbrado, impotente, caliente” remarcó Omar Sperdutti, presidente del club a lo que agregó: “El club no se merece esto, hacemos muchos sacrificios por Maipú, dejamos el alma por la institución, con el objetivo de lograr el ascenso de categoría o al menos hacer todo lo humanamente posible por hacerlo, pero vienen estos delincuentes de la vida y nos arruinan todo, por eso nos vamos. No vamos a pisar más el club”, explicó el presidente.
Luego de estas palabras, el Cruzado se quedó vacío.

Por estas horas todos están expectantes de lo que suceda con el fallo que dará a conocer el Consejo Federal.

¿Qué puede suceder? Teniendo en cuenta el artículo 80, de Transgresiones y Penas, las sanciones sobre los incidentes se aplican antes, durante y después de cada partido.
Sin dudas habrá perdida de partido, una dura sanción económica, posible suspensión del estadio “Omar Higinio Sperdutti”, aunque se estima que no habrá quita de puntos. De ocurrir este fallo, es muy posible que los hermanos Sperdutti continúen en la institución. Todo pasará por el fallo (estaría esta tarde). La continuidad del proyecto del Cruzado, pende de un hilo.

Fuente: Diario Los Andes

Jueves 13 de diciembre de 2012, 12:27