San Martín comenzó el torneo como nadie lo esperaba. Cuatro partidos, cero triunfos, y un equipo que no encuentra el rumbo. Encima, antes y después del encuentro ante Huracán de San Rafael, trascendieron un par de situaciones que complicaron la continuidad de Cristian Domizi como técnico del Chaca.
Todo se inició el jueves, cuando algunos directivos del club se reunieron con el Profe Quiroga, el preparador físico del Albirrojo, para comunicarle su disconformismo con el trabajo del profesional al frente del plantel. Los popes aducen el mal estado físico de varios jugadores que derivó en el mal inicio del torneo.
Quiroga, quien trabajó con varios entrenadores anteriores y fue parte de grandes campañas en el club, se mostró molesto y les ofreció a los directivos y a Domizi las instalaciones de un gimnasio que él mismo tiene en Barriales para que los jugadores trabajen la parte física ahí, pero la CD respondió con un "no tenemos micro para llevarlos hasta allá".
La novela siguió el domingo y uno de los protagonistas de la misma pegó el portazo. Domizi les habría mostrado todo su malestar a los dirigentes tras el 1 a 1 con Huracán (SR), aduciendo el mal momento del equipo a la parte física. Esto molestó aún más al Profe, por lo que decidió dar un paso al costado.
Es más, hasta trascendió que el propio Domizi tuvo un cruce durante la semana con el dirigente José Panella, y por ese motivo Gastón, hijo del pope, no jugó el domingo ante el Globo azuloro. Y esta situación habría desencadenado en que los dirigentes ya empiecen a buscar un sucesor al Pájaro. El indicado parece ser Andrés Villafañe. De nunca acabar...