Central Norte 0, Alumni 0

A esta altura, después de tres partidos, 270 minutos de juego, se puede asegurar que este Central Norte no es el mismo del torneo pasado. Y si lo sigue siendo perdió la memoria. Ya no tiene en claro a qué juega. Posee voluntad, quiere hacer bien las cosas pero cae rápidamente en el apuro, en el error, en la impotencia.
Central Norte no puede demostrarse a sí mismo que puede. Y así le está yendo. Sumó una nueva decepción al no poder vencer a Alumni, un rival que vino a buscar un punto y nada más.
Como factor positivo, el equipo de Piozzi terminó con el arco en cero (había recibido siete goles en los primeros dos partidos) y mostró más seguridad en el fondo. Tuvo orden, es cierto, pero exageró: nadie fue sorpresa, nadie arriesgó un poquito más. Y este equipo arriesgaba en serio. Y veamos porqué. Ahora sus carrileros están en otra cosa. No fue bueno el trabajo de Federico Inestal (hizo su debut). Teniendo el lateral cubierto con Giménez nunca aportó en la ofensiva y estuvo más pendiente del rival, lo mismo que Mario Campos sobre la derecha.
Central no tuvo volumen de juego y aunque suene mal, parece extrañar a Ceballos. Manzano lo extraña; hoy no tiene con quién asociarse (el DT tiene la esperanza de que Zurita podrá complementarse con él). Arriba, Noir y Perillo -está claro que pueden jugar juntos- se las arreglaron como pudieron. Recibieron puros pelotazos y exigieron, generaron faltas, estuvieron activos y se turnaron para entrar en acción. Eso sí, los dos también se apuran y no están precisos con el arco. Perillo tuvo varias chances, todas de cabeza y nunca pudo superar al buen arquero Basabe.
El guardavalla visitante también se encargó de anular lo poco que Central pudo hacer con claridad en la segunda etapa. Agarró todo lo que le mandaron a distancia (Campos y Weiner) y cortó un contragolpe que parecía perfecto entre Noir y Magno. Y sí, Central no pudo ni con Magno ni con Weiner en la cancha. Piozzi había apostado todo lo que le quedaba. Pero el equipo, que no dejó de buscar el arco rival, terminó acorralado por la hora y más por la impotencia.

Fuente: El Tribuno

Lunes 03 de septiembre de 2012, 09:04