Crucero del Norte goleó hoy 3 a 0 a Patronato de Paraná y se aseguró uno de los cinco ascensos a Primera División donde jugará a partir de febrero de 2015. Los goles los marcaron Gabriel Tomassini y Gabriel Avalos, en dos oportunidades, ante un estadio Andrés Guacurarí repleto con casi 10.000 personas.
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De esta forma, el Colectivero suma 30 puntos y se asegura terminar el torneo de transición de la B Nacional entre los cinco primeros puestos, posiciones que otorgan el derecho a participar en la máxima categoría. El flamante campeonato de 30 equipos arrancará el 15 de febrero y durará un año, hasta noviembre. Tendrá a Crucero compitiendo por los puntos con Boca, River, Independiente y Racing, algo inédito.
El triunfo ante el equipo entrerriano marca un día histórico para el fútbol y el deporte de Misiones, porque significa el regreso al fútbol grande después de 29 años (Guaraní jugó por última vez el Torneo Nacional en 1985). Además, representa la coronación de una de las trayectorias más meteóricas y espectaculares de las que se tenga registro de un club que hace apenas 11 años jugaba por primera vez el torneo de la Liga Posadeña. Poco más de 10 años le llevó al Colectivero pasar, de competir en el torneo más básico supervisado por la AFA hasta la Primera División. Se trata de una escalera de seis peldaños: Liga Posadeña, Torneo del Interior, Argentino B, Argentina A, Nacional B y Primera División.
Apenas terminó el partido ante Patronato, cientos de personas invadieron el campo de juego y dieron rienda suelta a un largo festejo que se prolongaba hasta la madrugada del lunes. Los jugadores, haciendo honor al apodo del club, salieron en un colectivo pintado con la leyenda “Crucero es de Primera” al centro de la ciudad, con una larga caravana de autos que lo seguía y cientos de personas que se acercaban a participar de este festejo inédito. Es el primer ascenso importante que Crucero del Norte logra jugando en casa, ya que los anteriores se celebraron lejos de la provincia, con el equipo jugando en condición de visitante.
Arrancó complicado, terminó en goleada
Pero antes de desatar los festejos, Crucero tuvo que jugar y ganar un partido que se presentaba como muy complicado en los papeles, sobre todo porque el Colectivero venía de ganar un solo encuentro de los últimos seis que disputó (cuatro derrotas, un empate y una victoria). Los de Marcelo Fuentes, llegaban también con el anhelo de ganar y seguir con chances de ascender, aún dependiendo de otros resultados.
El partido arrancó deslucido, con los dos equipos imprecisos y muy nerviosos. Parecía que, una vez más, a Crucero lo iban a devorar los nervios y la ansiedad. El Colectivero era, además, el que tenía que hacer el gasto, demostrar que podía llegar a Primera sin necesidad de recibir ayuda de otros resultados. Pero el único que intentaba, con mucho corazón y garra, era el paraguayo Gabriel Avalos, que se las arregló para sacar dos remates de 30 metros que complicaron al arquero Baroni a los 3 y a los 10 minutos. El paraguayo, a pesar de ser 9, cedió el lugar de centrodelantero a Tobías Figueroa y jugó recostado sobre la raya izquierda. Iba a terminar siendo letal arrancando desde esa posición, mientras que a Figueroa, la mayoría de las veces, se lo devoraron los centrales de Patronato.
Pero Crucero no mostraba mucho más, Gabriel Chironi quería hacerse eje del equipo pero estaba muy impreciso. Hasta que a los 17 lo bajan a Chironi unos metros después de la mitad de la cancha. Dardo Romero toma el tiro libre y de zurda la pone casi llovida sobre el punto del penal, Gabriel Tomassini se desprende de su marca y llega al lugar justo en el momento indicado para poner el frentazo en soledad y ubicarla junto al palo izquierdo de Bertoli. Las 10.000 personas que había en el Guacurarí estallaron. Crucero era de Primera con ese resultado.
EL partido, a pesar de la ventaja, no se hizo de ida y vuelta, con un Patronato que no parecía acusar recibo de que se estaba quedando sin ninguna chance de subir. Solamente logró inquietar un poco llegando por los laterales, con un Dematei que perdió un par de veces la marca. Sin embargo, ninguna jugada prosperó como para poner el peligro el arco de un Tito Caffa que además, como siempre, se mostró sólido cada vez que le tocó intervenir. A tal punto que en un momento del segundo tiempo la hinchada empezó a corear su apodo: “ole, ole, olé, Titoooo, Titooo”. Un mimo para el gran capitán y el sostén, desde el arco, de las ilusiones de todos los hinchas. Quizás, la gran figura de este Colectivero de Primera.
El primer gol de Avalos liquidó el partido
En la segunda parte, todo parecía indicar que el trámite seguiría igual. Sin embargo, a los 5 minutos Chironi hizo una gran jugada, aceleró en tres cuartos de cancha, la abrió para “Tarrito” Pérez que venía llegando por la banda derecha. El “4” de Crucero llegó hasta el fondo y sacó un centro bien pasado, y por el segundo palo apareció como un fantasma Gabriel Avalos. Cumpliendo la máxima de que el delantero más peligroso es el que no está, el que aparece de repente ahí. Como en Junín hace una semana, el “paragua” se elevó y dijo “sí” con la cabeza, el remate –como el del Eva Perón, en cancha de Sarmiento- también salió con violencia, picó en el suelo y se metió. Golazo y ahora si, la sensación era que el partido estaba liquidado.
Iba a quedar una perlita más del paraguayo, la gran figura de los dos últimos partidos de Crucero. Porque en Junín, donde el equipo hizo el “click” y dio la prueba de carácter, también, fue el gran héroe de la tarde. A los 17 del complemento, Avalos recibió casi en la línea izquierda, esperó a Tobías Figueroa y se la dio corta y picó. Tobías Figueroa, que no había tenido un buen partido, esta vez hizo todo bien. Soltó el pase en el momento justo, bien vertical, a espaldas del defensor de Patronato, para que Avalos llegara primero, con el arco de frente. El paraguayo apenas se acomodó y ya tenía pensado lo que iba a hacer, se la picó a Bértoli con la cara externa del pie derecho. Un lujo, una exquisitez como para decir: “soy Gabriel Avalos y son un delantero de Primera”. El estadio estalló, el paraguayo se sacó la camiseta y festejó a lo Balotelli y estaba tan feliz que cuando vino Lamolina a amonestarlo parecía que lo iba a abrazar al árbitro también.
El resto del partido sobró, Crucero pudo redondear la goleada y Patronato se hundió en la impotencia. Entró Cólzera y toqueteó varias veces con Avalos y más tarde también con Nico Martinez, que entró por Diego Torres. Martínez, el “otro” paraguayo de Crucero tuvo una gran chance de gol con una pelota que le puso Cólzera. Nico gambeteó largo a Bértoli y con poco angulo remató muy bien al gol, pero la pelota dio en el travesaño y le negó el grito a Martínez, que hubiera quedado como máximo goleador en soledad de Crucero, con seis tantos (los dos paraguayos tienen 5 cada uno).
Lamolina dio dos minutos, como de compromiso, y luego si, pitó el final y desató la fiesta en Santa Inés, con cientos de hinchas que se metieron por el alambrado ante la mirada pasiva de la policía. Si bien empañó la vuelta olímpica (tampoco era un campeonato lo que se festejaba), también es cierto que no hubo ningún incidente y al final, la gente terminó festejando con sus jugadores en paz, con alegría, y gritando al unísono: “Crucero es de Primera”.
Crucero del Norte 3:
Germán Caffa; Alejandro “Tarrito” Pérez, Federico Rosso, Gabriel Tomassini, Nicolás Dematei; Nicolás Olmedo, Gabriel Chironi, Dardo Romero, Diego Torres; Gabriel Avalos y Tobías Figueroa. DT: Gabriel Schurrer.
Goles: 17´ Gabriel Tomassini; 50´ y 63´Gabriel Avalos.
Cambios: Marcelo Lamas x Olmedo; Ariel Cólzera x Tobías Figueroa; Nicolás Martínez x Torres.
Amonestados: Gabriel Chironi, Gabriel Avalos
Patronato de Paraná 0:
Sebastián Bertoli; Lautaro Geminiani, Walter Andrade, Carlos Quintana, Diego Martínez; Roberto Brum, Marcelo Guzmán, Damián Canuto, Leonardo Acosta; Emiliano Fernández y Gastón Caprari.
Cambios: Fernando Gutiérrez x Guzmán; Juan José Arraya x Acosta; Walter Orfano x Canuto.
Amonestados: Diego Martínez, Roberto Zbrum. Expulsado: Walter Andrade.