Rivadavia 2 Kimberley 0

Era una misión imposible. Y así lo terminó siendo. Porque Kimberley no hizo que todos habláramos que en el fútbol nada es imposible. El 0-3 en la ida había sido demasiado claro, y en Lincoln no tuvo con qué revertir la historia y sufrió otra caída por 2 a 0, para un categórico global de 5 a 0 para Rivadavia, que es justo semifinalista y gran candidato a quedarse con uno de los ascensos.

 

Era un partido atípico y de esa forma se vivió. Porque después de ver a Rivadavia en Mar del Plata, notarlo con el freno de mano puesto, demasiado tranquilo con la ventaja que encaró la revancha, era raro. O no. Porque la obligación la tenía Kimberley, que tenía que dar vuelta una serie con olor a imposible. Y las jugadas de riesgo no abundaron en ninguno de los dos arcos, en un trámite que favorecía ampliamente al dueño de casa, que jugaba con el resultado y el reloj a su favor.

 

Alguna intervención de Morata para mantener la esperanza y pelotazos para De Hoyos que inquietaba, pero no podía transformar esas jugadas en opciones de gol, llevaron al descanso, con la ilusión por el piso.

 

Damián García se la jugó antes de llegar al cuarto de hora con Marcos Rondanina por Flores, y el exBanfield tuvo una enseguida, que despejó Colapietro. La expulsión de Corti terminó por sepultar si quedaba algún tipo de ilusión.

 

El partido estaba terminado, Kimberley iba con orgullo y Rivadavia aprovechó para sentenciar la historia. Velázquez recibió la asistencia de Graziano y definió con clase ante la salida de Morata para el 1 a 0. Antes del final, Ferreyra quiso salir jugando pero la perdió con Véliz en el círculo central y el volante que había ingresado metió una “bomba” por encima del arquero para el 2 a 0 definitivo.

 

Duro golpe a la ilusión de Kimberley que pensaba estar para un poco más, que haber perdido tantos puntos en la primera fase y haber caído al tercer lugar de la tabla lo llevó a medirse con Rivadavia en el primer cruce de playoffs y que ahora tiene que esperar hasta junio para volver a competir. Y ver de qué manera lo hace, si con un plantel más largo y rico con ambiciones de luchar por un ascenso, o seguir pensando en lo institucional, en el crecimiento de los chicos y autoabastecerse con chicos de las inferiores, que quizá no ofrezca lo mejores resultados, pero continúe fortaleciendo el proyecto.