Talleres y la utopía de la identidad
Nuevo plantel. La ida de Agustín Díaz, el último referente, dejó a Federico Costa comoel único jugador que participó del ascenso a la B Nacional. Otra vez, a rearmarse.
17 es la cifra máxima de incorporaciones de los últimos 10 años. Y además, se fueron 17; también una cifra nunca alcanzada.(Foto: Pedro Castillo)
Por Hugo García - LA VOZ DLE INTERIOR - MUNDO D
La partida de Agustín Díaz se sintió en el Mundo Talleres.
Fue la salida del último de los jugadores con los que la gente había logrado identificarse. Desde 2006 hasta la final ante Gimnasia y Esgrima de Mendoza, “el Tin” jugó 166 partidos y marcó 18 goles con la camiseta de la “T”.
Y así como antes se retiró Javier Villarreal (el único jugador formado en la “T” y en condiciones de dar algo, que aceptó bajar al infierno del Argentino A) y, un año después, se fue el gran goleador Gonzalo Klusener (a Quilmes y ahora, a Olimpo), la partida de Díaz también se suma a otro fenómeno repetido: el armado y desarmado de los planteles en Talleres.
Cambios suscitados por la falta de resultados, en gran medida, y también porque en muchos casos fue imposible retener a algunos jugadores. Un hecho que atenta contra cualquier proyecto.
Desde aquel plantel con el que Talleres ascendió el 6 de mayo de 2013, en el 1-0 histórico ante San Jorge en el Kempes, al de hoy, el único futbolista que sigue es Federico Costa.
El arquero, hoy alternativa a Lucas Ischuk, era el tercer portero detrás de Diego Aguiar y Leandro Requena. Aquella vez, ni siquiera llegó a jugar.
Queda excluido Nelson Benítez, quien fue clave en aquel ascenso, pero se marchó a Olimpia de Paraguay para jugar la Copa Libertadores. Hoy está de vuelta en la “T”.
Los otros 28 jugadores se fueron progresivamente en las últimas dos temporadas. El primero fue Villarreal.
Es la cifra máxima de incorporaciones de los últimos 10 años. Y además, se fueron 17; también una cifra nunca alcanzada.
Luego le siguieron Franco Olego (volvió a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo), Aníbal Medina (a San José de Bolivia), Maximiliano Velasco (a Sportivo Belgrano), Marcos Carrasco (a Central Norte de Salta), Nahuel Santos (a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo), Alexis Olivera (a Temperley), Diego Chitzof (Atlético Tucumán), Albano Becica (San Martín de Tucumán) y Claudio Francés (Defensores de Belgrano de Villa Ramallo).
El año pasado, con el descenso al Federal A consumado, le siguieron Diego Aguiar (Juventud Unida de San Luis), Ezequiel Brítez (a Garcilaso de Perú), Jesús Nievas (Mitre), Gastón Bottino (Tristán Suárez), Leandro Requena (Atenas de Uruguay), Ivo Hong (Defensores de Belgrano de Villa Ramallo), Nery Leyes (Defensa y Justicia), Nicolás Trulls (Racing), Jorge Masena (Racing) y Pablo Molina (Racing) y el mencionado Klusener.
Y tras confirmarse la permanencia de Talleres en el Federal A, abandonaron Talleres Rodrigo Cháves (a prueba en Rosario Central), Elías Bazzi (en Gimnasia y Tiro), Favio Álvarez (Defensa y Justicia), Gabriel Carabajal (San Martín de Porres, en Perú) y “el Tin” Díaz (Godoy Cruz).
Llegan y se van
En 2015, la “T” lleva contratados 17 refuerzos (dos jugadores más de los mencionados por Frank Kudelka el día de su asunción), un registro que iguala al de la temporada 2005/2006 cuyos técnicos fueron Comisso y luego la dupla Oste-Primo.
Es la cifra máxima de incorporaciones de los últimos 10 años. Y además, se fueron 17; también una cifra nunca alcanzada.
¿Más? En los últimos cuatro planteles (incluido el actual), incorporó 61 jugadores: los 17 del ciclo Kudelka (primer DT de la era Fassi), 15 de la 2012/2013 y 12 en la 2013/2014 –ambas con Arnaldo Sialle– y 15 en el segundo semestre de 2014, con Jorge Ghiso (ambos entrenadores son del ciclo del Fondo).
En ese lapso, Talleres ascendió a la B, descendió al Federal A, se quedó “ahí” de subir y ahora se plantea un nuevo retorno. Vive la urgencia. La identidad parece una utopía.
Martes 10 de febrero de 2015, 15:02