Carlos Franco se alejó de Mitre y es arquero de Central Córdoba
El golero misionero que había arreglado con Mitre, se fue a Central Córdoba en medio de una tormentosa salida. Podría debutar el Domingo.
Sí en algún momento alguien pensó de que la relación Central Córdoba - Mitre podría tener al menos una adecuada salida de convivencia al menos en lo dirigencial, la llegada de Carlos Franco, el ex golero de Instituto Deportivo Santiago a Central Córdoba se parece más a una traición confabulada por los mismos dirigentes, avalado por el propio jugador.
Tras haber llegado a un acuerdo económico y haber entrenado ya con el plantel profesional de Mitre por espacio de 22 días, anoche sorpresivamente el golero misionero Carlos Franco se cambio de vereda y jugará en la entidad del Barrio Oeste en el nuevo Torneo Nacional B de AFA.
Muchas veces los hinchas pretenden que sus jugadores amen la camiseta, la defiendan, que muestren lealtad y respeto por sobre todas las cosas, pero no todos piensan de la misma manera, y menos aún, actúan de esa forma.
El sentimiento a los colores ya desaparecieron por completo, pero el tema es que los códigos quedan de lado, siendo el principal objetivo sacar cualquier tipo de ventajas. Pero la historia Mitre - Central Córdoba o Central Córdoba - Mitre no comienza con el tema Francisco Rago en el 2013, nada que ver, se tiene que rebobinar mucho tiempo atrás porque pasaron grandes jugadores de un equipo al otro, pero había otras razones en esas épocas doradas del fútbol.
El mismísimo Pablo Federico Díaz, el máximo ídolo de Central Córdoba en su final de carrera vistió la camiseta de Mitre. Ni el más fanáticos de los hinchas podría asimilar una situación de esta naturaleza, pero era Pablo Federico…y con eso se entendía todo.
Además de la salida de Francisco Rago de Mitre a Central Córdoba, hace menos de dos semanas, se concibió otra salida por la puerta de atrás, de un buen jugador como Marcos Prieto al plantel del Barrio Oeste, cuando tenía contrato por seis meses más, y con varios argumentos jurídicos, el paraguayo que esboza y pregona la palabra de Dios como ejemplo de vida, se cruzó de vereda sin importarle el qué dirán.
Sabiendo de que el golero Carlos Franco se haya equivocado, y que tiene gran culpabilidad de los recientes hechos, le aseguraron la posibilidad concreta de jugar el Nacional B, de ser uno de los dos arqueros titulares, y por supuesto que el arreglo económico es diferente, es superior. Ahora eligió al mejor, antes Mitre era lo más grande en su carrera, palabras como siempre, que se las lleva el viento.
¿Pero dónde queda la palabra?, los códigos de las personas y el compromiso asumido. El pase de Carlos Franco es de un grupo de inversionistas santiagueños que lo prestaron a Mitre, arreglando su contrato y ya trabajando en el club hace tiempo, y cerrando el convenio por un año. Mitre también ahora tiene que ceder y volvió a ser perjudicado nuevamente. El trabajo dirigencial pasa ahora en el 8 de Abril en buscar dos arqueros…no uno solo.
Por último, y no se podría excluir del espinoso tema, la actitud del vicepresidente primero de Central Córdoba, que comulga en otro sentido. El "Tano" no tiene principios, le interesa conseguir sus objetivos a cualquier costo, y pese a no aparecer en escena, fue el propulsor y el ideólogo de la llegada de Marcos Prieto y Carlos Franco a Central Córdoba, rompiendo la poquísima convivencia que le quedaba a los dos clubes más grande del fútbol de Santiago del Estero.
Era sabido que con la salida de José Burtovoy, la primera opción era Lucas Calviño, pero el ex golero de Atlético Tucumán tendrá un periodo de recuperación por problemas estomacales, y le quedaba en el tintero el chico Joaquín Ledesma. Pero optó por lo más adecuado para los interés de Central Córdoba y se llevó a Carlos Franco, con el propio consentimiento del jugador, que prefirió salir por la puerta de atrás.
Pablo Díaz, Remigio Orellana, "Lucho" y "Toca" Luna, Walter Aguirre, "Bombón" Luna, Orlando Leiva, Francisco Rago, Marcos Prieto, Carlos Franco y mucho más seguramente cambiaron y cambiarán de vereda porque el fútbol es así, y lo fue en su momento. Primero está la conveniencia de todo profesional, y después se puede hablar de amor y odio, de penas y alegrías y de traición y de lealtad, pero eso se maneja con ciertos códigos.
Para el hincha es jugar con la pasión misma.
Fuente: ABC Deporte.
Miércoles 18 de febrero de 2015, 16:54