Cental Norte 2-0 Racing (C)
Era una cuestión de tiempo. El triunfo le iba a llegar en algún momento. Central Norte iba a tener que demostrar con hechos que el mal arranque de campeonato tenía una razonable justificación.
La mala racha que pasó al archivo -porque el equipo de Piozzi está cambiando considerablemente- nunca tuvo que haber existido.
Con el triunfo por 2 a 0 sobre Racing de Córdoba, el cuervo demostró que no es el peor equipo de la zona, como lo indicaba la tabla de posiciones.
Pero para eso tenía que cambiar. Piozzi y sus dirigidos tuvieron que darse cuenta en seis fechas que había que arrancar de cero, amén de los preponderantes que conspiraron contra la formación del domingo a domingo. Había que arrancar desde la base y así consiguió ganar su primer partido en el torneo, pero antes perdió sin merecerlo en Tucumán y robó un gran punto en Santiago.
La victoria sobre los cordobeses fue una radiografía de lo que pasó Central y de cómo debía salir adelante a partir de las bases. Para superar a Racing primero debió asentarse en una defensa que colectivamente es mucho más segura que antes, más allá de que individualmente la cosa no anduvo tan bien.
Había que esperar a que Zurita entienda que debe despojarse de su bajo perfil cuando sale a jugar a la cancha. Ayer tuvo un primer tiempo importante; fue el cerebro, el pensante, arrollante.
Y había que insistir, como lo hizo Noir. Porque perderse dos goles cantados y tener que seguir no es para los timoratos. Noir no lo es, por eso siguió insistiendo y por eso sus goles concretaron un merecido y necesario triunfo.
Pero tuvieron que pasar seis partidos y todo un primer tiempo ante la academia cordobesa, en los que el equipo cuervo quiso y no pudo, principalmente, por su mala puntería: Martínez elevó apenas un cabezazo y Chávez despintó uno de los palos del arco; Noir primero falló con un remate a quemarropa y luego se perdió un gol increíble debajo del travesaño. Central sin ser la gran cosa hizo los méritos para ponerse arriba en el marcador, pero tuvo que esperar hasta la segunda etapa.
Con Oga en la cancha (reemplazó a Manzano) y con el aporte de Juan Perillo, el cuervo fue mucho más punzante. Entonces, era cuestión de esperar a que la racha se corte si Noir seguía insistiendo. Y así fue.
El Tribuno
Lunes 01 de octubre de 2012, 08:41