Por favor. No se puede jugar tan mal. Si bien Gimnasia viene de capa caída y la única alegría en los últimos tiempos fue el triunfo en Gualeguaychú, el puntero Guillermo Brown tendría que haber justificado "algo" su condición de tal. En un partido para el olvido, el cero a cero fue el resultado acorde a lo que brindaron anoche estos jugadores en el estadio "23 de Agosto".

Lo que sí se debe resaltar es que el hincha brindó su apoyo al técnico Mario Sciacqua, quien presentó la renuncia y dirigiría hasta el sábado. ¿Querrá seguir un encuentro más después de este bodrio? La gente descargó su bronca con los muchachos al grito que "se vayan todos, que no no quede uno solo..." y al entrenador vitorearon con el tradicional "ole, ole, ole, Mario, Mario..."

En el primer tiempo, un zapatazo de Sufi que obligó al arquero Mehring a desviar al córner y un posterior cabezazo de Peppino -solo- fue lo único que pasó.

La recurrente falta de ideas para atacar, abusando de los centros, parece no tener fin. Tal vez con un nuevo DT otra sea la historia. Habrá que esperar.

En el complemento, Sain -molestado por la presencia de Vila tras un centro- casi marcó en contra en una verdadera jugada fortuita.

Y la respuesta de Sánchez ingresando por el medio y definiendo horrible implicó dejar de lado hasta el final las acciones de peligro.

Las bombas de estruendo que cayeron de la Lobo Norte, que implicaron detener el partido y una posterior multa económica, algo reprochable desde todo punto de vista, más un par de movimientos interesantes en ataque de Gimnasia que no culminaron en nada fue el cierre del trámite. Nada para resaltar, salvo que el hincha dio su veredicto al despedir a Sciacqua a puro aplausos.

Fuente: http://www.eltribuno.info