Central Norte 2-0 Dep. Libertad
Luego de un primer tiempo parejo, Noir abrió la victoria con un penal y, tras una gran jugada colectiva, Manzano marcó el segundo.
Es fácil de entender, pero difícil de concretar. Cuando en esta categoría los que saben jugar se encuentran, se juntan, tocan a una velocidad de primera y con una precisión superior, el resultado será casi siempre positivo, efectivo. La combinación entre Oga, Perillo, Noir y otra vez Oga, que derivó en el penal (mano del defensor Saavedra) y el primer tanto del cuervo, fue la muestra clara de cómo se debe abrir un partido cuando está cerrado por todos lados.
Central Norte encontró ese alivio a quince minutos del final, después de insistir y de chocar contra un disciplinado rival (y nada más). Pero con esa gran jugada colectiva pudo superar por dos a cero a Libertad para y acomodarse mejor en la tabla.
El segundo tanto llegó por decantación, pero también con la velocidad y la precisión antes mencionada: Noir le dio un gran pase entre dos rivales a Matías Manzano y el enganche hizo revolcar al arquero Baigorria antes de ponerla en la red.
Con velocidad y precisión entre sus hombres, Central Norte se vuelve contundente, temible y capaz de romper con cualquier defensa. Cuando cae en el apuro le facilita las cosas al adversario como le pasó ante Libertad, que encima trajo un sistema táctico con una superpoblación de mediocampistas (cinco volantes) y que mutó a la perfección con la defensa para detener a Weiner, para incomodar al propio Noir y para alejar a Oga de la zona candente.
Con esta estrategia, el conjunto de Sunchales fue haciendo su negocio y casi le sale redondo: en la primera etapa Maino sacó un misil de Cejas y luego devolvió con firmeza un tiro libre peligroso de Cúder. Fueron momentos de zozobra para la última línea cuerva que luego no volvió a dar ventajas; Armella y Ledesma se encargaron de borrar de la cancha al grandote Maxi Antonelli.
Pero a Central le costó el primer tiempo, además, porque Magno se sujetó solo y no fue sorpresa; Zurita tuvo que dejar la cancha por una lesión antes de los primeros veinte minutos y porque los volantes de Libertad se multiplicaron para no dejar jugar al equipo de Piozzi.
Entonces, el cuervo se tuvo que ir al descanso pensando en dar algo más que la actitud (que nunca falta), confiando más en sus posibilidades individuales, pero también colectiva, la faceta que debe fortificar de ahora en más y la que terminó por darle esta nueva victoria. Esa combinación notable entre Oga, Perillo y Noir mató una media hora (del complemento) de impotencia que comenzaba a impacientar en las tribunas. Abrió el camino y facilitó las cosas.
Fuente: El Tribuno de Salta
Lunes 15 de octubre de 2012, 08:22