Gmo.Brown (PM) 2 - 1 Rivadavia (L)
Victoria para despejar la niebla
Este triunfo descomprime la situación incómoda que se vive en el club ante la ausencia de resultados positivos. Vergara y Parisi marcaron para el ganador que el domingo va a Olavarría. Brandán descontó para la visita.
Exquisito. Pablo Vergara, con un preciso tiro libre, abrió el marcador en el Conti. La “banda” volvió a sonreir. A un equipo en crisis no se le puede exigir que juegue bien o que su fútbol sea de alto vuelo, pero sí se le puede pedir que haga todo lo posible por sumar de a tres cuando la situación es complicada y que deje el alma en la cancha para lograrlo. Brown tuvo un buen momento en el juego y lo aprovechó para ganarle a Rivadavia de Lincoln por 2 a 1.
Ayer, si bien en el marcador final terminó angustiado y con un tiempo adicionado exagerado por el árbitro Espinosa, de muy mala tarea, mereció ganar un poco más cómodo en el trámite.
Pero la mayoría coincidía después, lo importante era ganar, para bajar el clima espeso que había en la semana nuevamente y porque en la previa del juego se sabía que una parte de la hinchada iba amostrar su disconformidad con el equipo causando destrozos. De hecho, con el resultado a favor 2-0 el juego estuvo demorado unos minutos porque desde la parcialidad local identificada como “La Banda del Sandia” arrojaron latas de gaseosa y otros elementos cuando el árbitro les pidió que se bajen del alambrado.
En medio de esa situación, la victoria del equipo descomprime ese malestar y la semana se vivirá con un poco más de optimismo pensando en el juego en Olavarria y los otros dos sucesivos en casa.
Brown consiguió abrir el marcador a los 19’ con un exquisito tiro libre de Vergara por arriba de la barrera y eso calmó el nivel de ansiedad que había mostrado el equipo y que si bien no la pasaba mal, no podía hacerse del balón y la tenencia era del equipo visitante.
De hecho, la primera situación fue de la visita, cuando Ciaccheri aprovechó un rechazo defectuoso de Movio y su remate dio en el propio volante browniano para desviarse al corner. El mismo Movio, antes del gol, se encargó de llevar peligro sobre el arco rival con un tiro de esquina muy cerrado que el arquero Vallejos despejó con los puños.
Después de eso, Rivadavia volvió a hacerse del manejo de la pelota y a través de Brandán –su mejor valor- el equipo empezó a estar más cerca de Pereyra. Plante la tiró por encima desde buena posición en una nueva llegada de los linqueños.
El uruguayo Pereyra sacó del ángulo derecho lo que era el empate de Rivadavia, con un tiro libre de Plante a colocar.
Brown se adelantó, equilibró en la mitad a partir del trabajo de los hermanos Aciar y los delanteros tuvieron mayor movilidad, entre ellos Nasta, que metió un remate al segundo palo que se fue cerca. Walter Aciar desde media distancia también exigió a Vallejos, que dejó corto el rebote que Parisi no pudo conectar porque estaba adelantado.
Sufriendo un poco
En el complemento, un centro perfecto de Movio encontró el cabezazo goleador de Parisi a los 5’ de juego y esa conquista, muy festejada por todos, le dio al equipo margen para plantear un juego más inteligente.
Rivadavia no modificó demasiado su idea de jugar, y con buena circulación y jugadores de buen pié, el equipo fue a buscar el descuento y ahí apareció la figura de Pereyra en el local para abortar varios intentos y también la personalidad de los centrales Caamaño y Duarte, anticipando y sacando lo que caía cerca de ellos.
Brown aguantó hasta donde pudo, porque en general el equipo hizo un gran desgaste al tener que correr más de lo habitual por no tener el balón, y por suerte para los brownianos el tanto de la visita llegó en el minuto 45 a través de Brandán, que desvió un centro desde la derecha y descolocó a todos. De ahí en más, se jugaron casi 8 minutos de adición y todo fue sufrimiento hasta el pitazo final de Espinosa de muy pobre tarea en el juego, con fallos muy protestados por el local y con otros donde no sancionó evidentes faltas sobre algunos jugadores locales, sobretodo en el juvenil Nasta, que debió ser reemplazado para evitar una expulsión.
El equipo ganó, eso es importante. Duarte, el defensor central, fue uno de los que sintetizó el triunfo al decir: “Ganamos un partido complicado, contra un equipo que maneja bien el balón y que en el final nos complicó bastante. Por suerte, nosotros tuvimos nuestro momento y supimos sacar ventaja de la pelota parada. Necesitábamos ganar y lo hicimos, estos tres puntos sirven para volver a atener una semana tranquila y seguir creyendo que se puede”.
DIARIO JORNADA
Lunes 22 de octubre de 2012, 08:07
EL DOMINGO CUESTE LO QUE CUESTE.
VAMOS RIVADAVIA!!!