Es chileno y cruza la frontera para jugar en Argentina
Javier Mansilla, residente en Palena, atraviesa la cordillera todas las semanas para militar en Fontana de Trevelin. “El primer día que crucé estaba nervioso y con miedo. Pero me acostumbré. Me siento parte del pueblo”, dijo. Trabajador eléctrico, desafía los límites y el tiempo para poder ser feliz.
En tiempos donde se exige que haya muros entre países, un futbolista chileno gambetea la Cordillera de los Andes. Javier Mansilla reside en Palena, a diez kilómetros de la frontera con Argentina. Pero juega al fútbol oficial en Trevelin.
“Pexocho”, tal como se lo apoda en Chile, decidió en abril probar suerte en Fontana. Todas las semanas camina al cruce con Carrenleufú. Del lado argentino, se sube a un micro que lo deposita en el “Pueblo del Molino”.
“El primer día, no sabía cómo llegar. Sin comer y con un bolso tras el trabajo, me fui a dedo. Llegué tipo 7:15 de la tarde a Trevelin sin conocer a nadie, nervioso y con un poco de miedo. Luego, me acostumbré”, le relató Mansilla a Jornada.
La erupción
Oriundo de Chaitén, Mansilla debió dejar su tierra en 2011 por la erupción del volcán. Afincado posteriormente en Puerto Montt, tuvo un breve paso por el fútbol profesional.
Por circunstancias de la vida, emigró a Palena, hace tres años, donde trabaja en una empresa de generación eléctrica. Pero Mansilla no tenía dónde saciar su sed deportiva. En la Patagonia chilena, el fútbol posee un desarrollo pobre.
A diferencia de lo que se cree, la frontera es un puente entre las personas de distintas nacionalidades, no una barrera. “Surgió la posibilidad de jugar an Argentina y no quería desaprovecharla. Me adapté al grupo, donde todos me tratan muy bien”, dijo el volante por izquierda de 28 años.
La rutina
Su situación particular lo expone a una rutina inusual con anécdotas poco frecuentes.
“Todos los jueves cruzo la frontera después de cumplir con mi turno en el trabajo. Me quedo unos días en Trevelin para entrenar y jugar. Los domingos o los lunes, dependiendo del trabajo, vuelvo”, indicó “Javito”, tal como lo conocen en Argentina.
“Muchas veces, le tuve que cambiar turnos a mis compañeros de trabajo para poder ir a Trevelin”, detalló.
Anécdotas
“Los agentes de la Aduana, las primeras veces, me hacían todo tipo de preguntas. Yo les decía que iba a probar suerte en el fútbol. Ahora también me preguntan el resultado del partido”, detalló el mediocampsita
En varias oportunidades, estuvo a punto de quedar varado.
“Muchas veces nos tocó jugar en Esquel a las 16 y los partidos terminaban tipo 18:15. Me tenía que ir rápido a la frontera y de ahí caminar casi 1 kilómetro para llegar a la de Chile. Casi siempre llegué justo”, graficó.
“Después de la primera final con Río Pico llegué justo al cierre. En la Aduana de Argentina me decían que tenía que correr o sino no alcanzaba a pasar”, comentó.
“Corrí y gracias a Dios alcancé a cruzar. Para remate (sic), se cortó la luz en Chile y tuve que entrar de emergencia a trabajar a generar energía al pueblo donde vivo”, detalló el volante.
Agradecimiento
Mansilla, en Trevelin, se siente como en casa. “Estoy muy agradecido a Fontana. Mis compañeros ven el esfuerzo que hago para viajar para entrenar y a jugar por el equipo”, indicó. “No hay discriminación. Quedan muy contentos porque saben que lo que hago no es fácil”, afirmó.
“Me siento parte de Trevelin. Si algún día tuviera la chance de irme a vivir allá lo haría a ojo cerrado, es mucho el cariño que tengo por la gente de allá”, expresó.
“Les agradezco también a Abel Nievas, presidente del club, a Walter Roldán, el DT, por confiar en mí. También a Alfredo Pelegri. Pude retribuir esa confianza dando mi aporte para ganar la Liguilla. Quiero seguir retribuyendo todo lo que este club me da”, señaló. “También le quiero mandar un saludo a mi familia que está en Puerto Montt. Ellos me dan muchas energías”, expresó.
En este panorama, Mansilla se enfoca en el futuro inmediato del club. “Estoy coordinando mis vacaciones para poder estar en el campeonato local y a lo que viene, el torneo patagónico”, concluyó.
Javier Mansilla le hace a honor a Imagine, la canción de John Lennon. “Imagina que no hay países. Podrás decir que soy un soñador, pero no soy el único”, reza la letra. Más que rendirle honor, Mansilla hace realidad el deseo de Lennon.
FUENTE: DIARIO JORNADA.
FOTO: DIARIO JORNADA.
Martes 31 de julio de 2018, 00:35