Juventud Unida 0 - Atlético Paraná 1

Barras de Juventud agredieron a periodista de EL DIARIO 

“Albertini, a ver qué escribís ahora en EL DIARIO de los árbitros; qué vas a decir otra vez...” Frase clara, pero hubo más. La voz parecía conocida, allá a lo lejos, a unos cincuenta metros mientras me dirigía a realizar nota a los jugadores en zona de vestuario. Quien estaba por ese sector, muy enojado por la derrota del local, era el dirigente del Consejo Federal de la AFA y presidente de la Liga Gualeguaychuense de Fútbol, Abel Martínez Garbino, quien también mostró su descontento hacia el mismo periodista cuando Juventud venció 2-1 a Paraná en la Tercera Fase del Argentino B pasado. 
Claro que en el estadio de la Juve, solamente los colegas de medios periodísticos y el dirigente conocen a quien escribe estas líneas. 
Una vez finalizada la labor periodística desde la cancha, con el colega y relator de Radio La Voz, Matías Serrano, nos dirigimos hacia la avenida Alsina para tomar un remis. 
A la salida del estadio, un grupo de no menos de veinte hinchas todavía estaban allí, molestos por la derrota y al individualizar a los únicos dos periodistas de Paraná presentes aún en el lugar, se acercaron a hablar con intenciones de agredir. Aunque en un primer momento no pasó a mayores porque uno de ellos puso calma y no conocían a quien esto escribe, al cual buscaban por criticar la labor de los referís cuando el Gato empató allí 3 a 3 el pasado 28 de octubre. 
Pensamos que pasaba la situación beligerante que nos tocó vivir. Pero no. Mientras subíamos a un remis, tres de los barras de Juventud se acercaron corriendo al coche y al decir “vos sos Albertini” empezó la agresión física con golpes de puño e intentando abrir las otras puertas del coche. Y uno de ellos nombró a Martínez Garbino, aunque no quedó muy claro que quiso decir. Luego se acercaron unos efectivos policiales que todavía estaban allí para poner calma a la situación violenta y desagradable, y el remis marchó. 
Todo tipo de violencia es repudiable, pero más aún cuando unos barras son mandados por alguien para agredir a un periodista. Y reitero mandados porque en un primer momento ellos no tenían identificados al periodista en cuestión, por lo que uno piensa que alguien “lo marcó”. 
No es intención responsabilizar al dirigente de Gualeguaychú por este hecho repudiable desde todo punto de vista; pero sí llama la atención que el agresor lo haya nombrado mientras tiraba golpes de puño a la persona agredida. 
Basta de violencia en el fútbol, y hacia los trabajadores de prensa que solo cumplen con su deber.