Alte. Brown 0 Huracan 4
El pastor Defederico
Matías volvió a la titularidad días después de la visita del pastor Juan Bosso al Ducó y Huracán ganó 4-0 en Casanova frente a un Almirante que llevaba 15 partidos sin perder en La Matanza. El Globo sigue mal pero al menos respira…
Creer o reventar. Experiencia religiosa o casualidad. O, fútbol del bueno, por qué no. Un par de horas después de la mística y mediática visita del pastor Juan Bosso al Palacio Ducó, de su agua bendita, de sus buenas ondas, lo único cierto es que Huracán viajó hasta Isidro Casanova para visitar a un Almirante Brown que llevaba 15 partidos sin perder y no sólo le ganó: le metió cuatro… Y es el mismo Globo que, ni más ni menos, se la rebusca con un presupuesto mensual de 1.500.000 pesos, está en zona de descenso, acaba de salir del último puesto de la tabla, y hasta tiene periodistas partidarios que como protesta se bajan los pantalones delante del Chocho Llop, el entrenador. Sin embargo…
Este pastor no tiene 64 años ni es cameraman de Crónica TV ni es hincha del Bicho, como Bosso. El pastor futbolero que sacó a Huracán este sábado del letargo es un viejo conocido de la casa. Matías Defederico, después de su larga recuperación, volvió a la titularidad en el Globo y puso su chapa sobre la mesa. Volvió a evangelizar de juego a un equipo desangelado. ¡Y cómo! Almirante apretaba y merecía ponerse arriba en el primer cuarto de hora (Mancinelli de cabeza le sacó el gol a Zacaría; Zacaría rompió el travesaño; volea de Caballero pegada a un palo), hasta que llegó un tiro libre frontal para el Quemero en el minuto 23. La bocha llegó con rosca al corazón del área y Barrales puso su pelada para desviar la pelota hacia el 1-0. Fue la auténtica bisagra.
Giunta empezó a quemar las naves temprano: a los 33’, de una, Robles por Filipetto, delantero por defensor. Lo tuvo Chávez, de nuevo Caballero (por partida doble) pero… El Globo abarajó los intentos y, recién comenzado el complemento, empezó a hablar de otra cosa, algo que distaba de ser un milagro. Barrales se lo perdió a los 4’ debajo del arco y Echeverría, intentando barrer la redonda al córner, la terminó clavando en el ángulo. Y Blas seguía transformándose: adentro Giménez, volante ofensivo, afuera Garré, capitán y lateral izquierdo. La respuesta de Huracán no tardó en llegar. Un minuto más tarde, a los 15’, jugadón de Defederico por izquierda, centro y palomita de Danelón para el 3-0.
El partido pareció acabar a los 21’50”, cuando Llop decidió el cambio de Martínez por Deferico. Sin embargo, quedaba la cereza del postre, el 4-0 de Villarruel y el descuento que Islas le tapó a Chávez. Ya nada podía fallar. Huracán ganaba después de cinco partidos. El pastor había hecho de las suyas.
DIARIO OLE
Domingo 11 de noviembre de 2012, 11:08