Aldosivi 1 Instituto 0

Aldosivi recuperó la sonrisa y volvió a la victoria en casa

Sin demasiado juego, pero con mucha concentración y solidez en el medio y la última línea, Aldosivi se sacó la “mufa” y volvió a la victoria en el José María Minella tras cinco fechas, al derrotar a Instituto de Córdoba por 1 a 0, por la decimocuarta fecha de la Primera B Nacional. El conjunto del Puerto hizo las cosas mejor en la primera parte, se quedó con uno menos por la expulsión de Ramis, pero en la última jugada de la etapa, Matías Gigli, de penal, anotó el gol que le devolvió la alegría al “tiburón” ante su gente.

El equipo de Fernando Quiroz necesitaba volver a la victoria ante su gente y salió con todo a pararse en terreno rival, con Jonathan Galván cada vez más afirmado en la mitad de la cancha y agregando a su habitual despliegue juego y llegada. El “negro” tuvo la primera para el “Tiburón” que, hasta el cuarto de hora, presionó y no le permitió salir de su campo a Instituto. Jonatan Ramis arrancando como volante por derecha, le daba sorpresa y hubiera abierto el marcador si no fuera por un defensor cordobés que llegó a despejar sobre la línea.

Después de esos 15’ iniciales prometedores, el encuentro se emparejó, los dos tenían buenas intenciones a la hora de jugar, con la pelota al ras del piso y atacando por los costados. De todas maneras, las jugadas de peligro no abundaban y todo lo bueno que hacían era en la mitad de la cancha, pero sin profundidad. Lo mejor que consiguió Aldosivi fueron una serie de córners que no supo capitalizar para abrir el marcador.

Una irresponsabilidad de Ramis, en el momento que el “tiburón” había vuelto a llevar peligro al arco de Chiarini le generó un dolor de cabeza a Quiroz, porque a los 37’, un minuto después de haber recibido la amarilla, el uruguayo metió un codazo y Pablo Díaz no pudo hacer otra cosa que mandarlo a las duchas demasiado temprano.

Por suerte para Aldosivi, a los 45’ pudo lograr la ventaja que mereció por lo hecho en gran parte de la etapa. Recibió Guerra adentro del área, algo que no había podido hacer en el partido, metió un enganche y Cristian Báez se lo llevó puesto para cometerle penal y darle la posibilidad a Gigli de llevar a su equipo arriba al vestuario. El eterno goleador no falló, superó a Chiarini y cambió el panorama de cara al complemento, con un hombre menos, pero dando otras opciones de recambio.

La segunda parte empezó pareja, con Instituto parado más adelante y tratando de tomar el protagonismo, obligando a retroceder a Aldosivi en inferioridad numérica. Pero el “tiburón” estaba bien parado y no sufría grandes sobresaltos, aunque no podía agarrar la pelota, con Gigli sacrificándose como volante derecho. Fernando Quiroz puso a Irrazábal por el goleador y acomodó el medio, quedando Guerra como único hombre de punta.

Vismara era el dueño de todos los avances de la “Gloria”, arrancando por izquierda y cerrándose para unirse con los delanteros. El ingreso del paraguayo buscaba equiparar esa zona en el ida y vuelta, para cortar la mejor vía de ataque que mostraban los dirigidos por Darío Franco.

Los cordobeses acumulaban delanteros pero no tenían profundidad, por lo que Aldosivi estaba tranquilo, pero demasiado atrás. Cualquier error podía costar muy caro y volver a llevarse un disgusto, como le pasó las últimas veces que decidió replegarse demasiado en el campo. Nicolás Miracco reemplazó a Guerra para aprovechar su velocidad en alguna contra que le pudiera quedar y tratar de definir la historia.

Instituto iba e iba sin ideas, con Campodónico que no pasaba sofocones, y del otro lado su defensa cometía graves errores que, por poco, no lograron ser bien conjuradas por el ataque aldosivista. Lamberti era un pulpo para recuperar y tratar de asistir a Miracco, que quedó dos veces apenas inhabilitado cuando se aprestaba a ir cara a cara con Chiarini.

Los diez minutos finales fueron de sufrimiento. Porque si bien a la visita le costaba llegar, cada vez que se acercaba a Campodónico aparecían todos los fantasmas de las últimas presentaciones en el Minella. El silencio se apoderó de los hinchas de Aldosivi en los instantes decisivos, porque a los 46’, un cruce providencial de Aguirre impidió que Damiani pudiera definir ante el arquero marplatense y, a los 48’, en la última pelota del partido, López Macri desbordó, tiró el centro que se cerró y pegó en el travesaño para el sufrimiento de la gente del Puerto.

El pitazo final de Pablo Díaz fue el desahogo para Aldosivi que llevaba cinco partidos sin ganar en casa, había perdido muchos lugares en la tabla y no le encontraba la vuelta al campeonato. Hizo algunas cosas bien, otras no tanto, volvió a pecar de retrasarse demasiado en el campo, esta vez con la excusa de que tenía un hombre menos. Pero ganó y era lo que necesitaba, para trabajar con mayor tranquilidad en la semana, pensando en el choque del próximo fin de semana, nada más y nada menos que en La Plata, ante el puntero Gimnasia y Esgrima. 

Por Sebastián Lisiecki

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Domingo 11 de noviembre de 2012, 11:28