Copa Argentina Eliminatorias interior Racing (Olavarría) Cruz del Sur (Bariloche)

Como Pancho por su casa

 

No siempre demostrar superioridad a partir de una diferencia de presupuesto, capacidad individual y colectiva resulta sencillo. En la Copa Argentina pasada y en la que está en curso hay sobradas muestras.

 

Eso tenía como misión Racing ante Cruz del Sur de Bariloche (juega Argentino B). Lo que sucedió en los primeros cinco minutos fue un anuncio de lo que sería buena parte del juego. Diferencias físicas, sobre todo en la velocidad, y también técnico-tácticas quedaron rápidamente en evidencia.

 

Pero no hay dudas que ese cabezazo a la carrera de Francisco Vazzoler a los 3 minutos (Racing ya había llegado dos veces) allanó buena parte del camino a recorrer. Con ese tanto, se pudo pensar más y mejor, se trató de darle un destino cierto a cada pelota y se logró, aunque por ratos la oposición de los rionegrinos fue tan débil que la goleada se presumía inevitable, más tarde o más temprano.

 

Claro que cuando se da este tipo de desigualdad entre los protagonistas, es imposible no relajarse. Y después del cuarto de hora, Cruz del Sur ajustó marcas, los defensores (tres, más dos laterales volantes que sufrieron el cambio de ritmo Chaira) dieron unos pasos hacia adelante y por afuera, lograron generar algunas pelotas paradas, centros que no lastimaron.

 

Había que ampliar la ventaja y si era posible que fuera irremontable, para no llamar a los fantasmas. La sensación de todos (los que jugaban y los espectadores) era que en cuanto ajustaran la mira, los de Milanese Comisso iban a aumentar. Lo consiguieron recién a los 38’: lateral para Abán (enloqueció con piques y diagonales), amagó ir a buscar y dejó pasar la pelota, llegó al fondo, mandó el centro bajo, no pudieron Altamirano, arquero y defensor, pero sí ese oportuno visitante del área que es “Pancho” Vazzoler para abrir el pie y gritar su segundo gol.

 

En los casi 10’ que quedaron, Racing le llegó un par de veces más. Una de ellas, propiciada por un Santellán que mejoró su tarea respecto al domingo, jugó de manera inteligente, sin abusar de la tenencia de la pelota ni de los envíos largos, y cuando pasó al ataque lo hizo sorprendiendo, tocando y pasando, aprovechando su velocidad.

 

Lo del amanecer del segundo tiempo quedará para el recuerdo. En 5 minutos, Racing tuvo cinco situaciones netas y convirtió tres. Tremendo.

 

El tercer gol (a los 2’) fue quizás el más espectacular, pese a que lo “ensució” el roce en un rival del derechazo desde la puerta del área de Vazzoler que le cayó detrás a Uranga y antes de entrar, pegó en la parte interna del travesaño.

 

El cuarto (a los 3’) fue de Altamirano (en offside), aprovechando un rebote y tocando al arco vacío. El segundero no había terminado de dar la vuelta entera y el estadio gritó el 5-0: casi todo obra de Gonzalo Abán, con diagonal de derecha al medio, esquivando tres rivales, remate, rebote en el palo y Loncón encontró el rebote.

 

Ya estaba en cancha Ferreyra (por Alarcón, descompuesto) y el pibe Knell (por Aredes), un zurdo atrevido que junto a otro zurdo, Almonacid, y algo de Pinilla y Zambrano fueron lo poco que se salva del desaprobado en la formación barilochense, que pese a verse superada jamás golpeó. Es más, no se observó ni una discusión en el partido. Conducta para el elogio.

 

Los 40’ que quedaron fueron casi un entrenamiento exigente con público. Fue hora de ganar confianza con la pelota (se vieron 8, 10 y hasta 12 toques seguidos) y buscar el espacio para ser verticales, cosa que siempre tuvo en Abán al abanderado.

 

El entrenador quiso ver alternativas para Ramiro Jorge y Abán (ausentes en Lincoln por suspensión) y entonces hubo minutos para Teijo (se metió rápido en el partido) y Chevrot (no fue delantero sino volante externo).

 

La manchita (que no mancha) fue el descuento en una pelota cruzada, que Knell anticipó a chevrot y cabeceó abajo, a la derecha de Mocoroa, casi sin trabajo en todo el juego. 

 

Victoria, goleada, unos pesos que vienen bárbaro a la flaca caja dirigencial, y el sueño de ingresar a la fase final está más cerca. En horas se sabrá oficialmente pero Villa Mitre asoma como rival (sería en Olavarría el 5 de diciembre). 

 

Ante Cruz del Sur hubo que mostrar chapa y cumplió. Volvieron las sonrisas y también la música de fondo para la ducha feliz…