El Linqueño 3 Ferro C. Sud 1

En ese mejor inicio del local, el zurdo Nahuel Velázquez hizo de las suyas y tres jugadores de Ferro recibieron la amarilla por maltratarlo. 

 

Un anticipo de cabeza de Carrillo en el área (se fue desviada) fue la bisagra que marcó el punto de partida de la paridad en un trámite en el que abundó la fricción, los roces y varios diálogos subidos de tonos entre los jugadores de ambos equipos.

 

Gargaglione y Goette estaban en su salsa. Se metía mucho y se jugaba poco. Al ratito, fue Lovera el que estuvo cerca pero Cristian Roca llegó justo al cierre. No había demasiadas situaciones, lo defensivo tenía supremacía sobre la construcción del juego y entonces los arqueros no tuvieron trabajo.

 

Cerca de la media hora, reapareció el local en el área Carbonera y Gabriel Senzacqua se lució para sacarle el remate a Ávalos, uno de los volantes centrales.

 

A los 34’ El Linqueño se puso en ventaja cuando después de una serie de rebotes, la pelota le cayó al mediocampista por derecha Francisco Cruz y convirtió el primero.

 

Tres minutos después, un susto: Morales Páez cayó mal y se golpeó por segunda vez la cabeza (le colocaron un vendaje) y tuvo que ser trasladado, por precaución, a un nosocomio.  

 

El final de la etapa lo tuvo con mejor imagen –sin brillar- al local y el arco olavarriense sufrió alguna zozobra con una llegada de Velázquez y otra de Ávalos (lo cruzó justo Franco Janson).

 

El segundo tiempo fue entretenido porque Ferro tenía que salir a buscar el empate, arriesgar un poco más de la cuenta y, con espacios, El Linqueño podía dañar. 

 

Pero en los minutos iniciales poco y nada pasaba. Hasta que una trepada de Franco Janson terminó en el empate. “Kako” tiró un buscapié desde la izquierda y el defensor Manavella desvió la trayectoria para marcar, involuntariamente, el empate transitorio.

 

Parecía que el partido iba a comenzar a favor de Ferro, y la alegría del empate duró poco para los olavarrienses. Cuatro minutos después del gol del equipo de Malvestitti, a las 12`, una linda jugada colectiva puso de nuevo en ventaja a los de Schiavi. Se juntaron Verón con Valli y Salazar, la pelota le llegó a Perujo y sacó un remate para ponerle el broche dorado a un lindo toqueteo.  

 

Luego, el cuerpo técnico de Ferro metió mano en el banco. Adentro Ramírez en lugar del `Pocho´ Gargaglione para encontrar un poco más de juego en la mitad de cancha. Y en la primera intervención del cordobés casi llega el empate, con un centro que justo cortó un defensor del local cuando aparecía Carrillo. Otra vez estuvo cerca el “Carbonero” con un tiro libre de Mauro Goette, pero no pudo ser.

 

Ferro iba y en algún pasaje quedó muy expuesto en el fondo, como en esa que se juntaron Perujo con Valli, remate del último y afuera. Fue una muy buena contra de El Linqueño. Ésa terminó siendo la última jugada del autor del segundo gol. En su lugar ingresó Adrián De León, quien terminó siendo clave en el desenlace del encuentro.

 

El “Carbonero”, sin claridad pero con temperamento, fue en busca del empate con las ganas de Goette, el despliegue de Carrillo y Giarrizo (de gran ida y vuelta) hacían que sea mejor el equipo de la Pringles. Sin orden pero con mucha intensidad.

 

Ingresó Lamardo (por Lovera, de desempeño importante pero se cayó en el segundo tiempo) en busca de mayor explosión en los metros finales. Y el de Tapalqué sacó un bombazo desde lejos que tenía destino de gol, pero voló el “1” y evitó el empate.

 

Pero cuando se inclinaba la balanza cada vez más sobre el arco de El Linqueño, le cruzaron una pelota bárbara para Adrián de De León, que picó habilitado y le metió un caño a Senzacqua para luego gritar el 3 a 1. Partido liquidado, a falta de 10` para el final.

 

Desde entonces volvió a ir el equipo de Malvestitti pero no hubo caso. Sólo quedó tiempo para que el arquero bahiense le ataje el mano a mano a Velázquez y, ya en tiempo de descuento, un remate de Giarrizo que se fuera cerca.

 

Perdió Ferro, otra vez fuera de casa no se le dio. Se encontró con un rival que siempre estuvo bien parado, oportuno y en franca remontada (lleva dos victorias al hilo). Más allá de algunas cosas importantes y puntos individuales a destacar, el “Carbonero” no pasa su mejor momento y los resultados así lo reflejan. Sacó solamente dos puntos de los últimos nueve y ya no se encuentra en zona de clasificación, pero todo está muy apretado.

 

Se vienen dos rivales duros antes de cerrar el año (y la primera ronda) para terminar de confirmar dónde se está parado: Huracán de Tres Arroyos en casa, y Liniers en Bahía Blanca, son las próximas medidas. Para volver a estar arriba o, pelearla desde el medio de la tabla.