Villa Dálmine (Campana) 1 - 3 Barracas Ctral
Villa Dálmine se despidió del torneo con derrota
En una floja actuación cayó 3-1 ante Barracas Central, que así ganó la Zona B y jugará la final por el ascenso contra Tigre. El Violeta, a pesar de su buena segunda rueda, terminó 14º y con una racha de cinco partidos sin victorias.
El calibre del partido que Villa Dálmine disputó ayer amplificó las miradas sobre su rendimiento. Y entonces quedó todavía más en evidencia aquello que los buenos resultados obtenidos en la segunda rueda lograron maquillar de alguna manera: es un equipo con muchos problemas para defenderse y que termina dependiendo demasiado de las buenas intervenciones de su arquero. Pero ayer, a pesar de brillar en varias oportunidades, Bilbao no le alcanzó para sostener el invicto: fue derrota 3-1 como local frente a Barracas Central, que así ganó la Zona B y disputará la final por el primer ascenso contra Tigre.
Esa falta de jerarquía en la última línea se vio agravada en esta oportunidad por un mediocampo que le complicó todavía más el panorama: Agüero estuvo lento e impreciso y como se hundió casi junto a los centrales, la disputa de la segunda pelota quedó para Germán Díaz y D´Angelo, dos jugadores que no tienen esa característica de lucha (a diferencia de Tello o Moyano). Así, ante esas facilidades, la visita tuvo comodidad para manejar el balón en el círculo central (una situación que se ha repetido en muchas fechas) y, desde allí, Valenzuela y Tapia pudieron lastimar hasta que el Guapo abrió el marcador.
Además, volvieron a aparecer deficiencias al momento de marcar en la pelota parada y tal como le había sucedido ante Ferro, Tristán Suárez y Gimnasia de Jujuy, le convirtieron por esa vía.
En contrapartida, lo mejor de los dirigidos por Marcelo Franchini fueron los (escasos) momentos en que Germán Díaz y D´Angelo se transformaron en una sociedad para crear juego y, sobre todo, las transiciones ofensivas: ese paso en velocidad de defensa a ataque. Especialmente cuando los extremos logran encontrar espacios. Nouet, que a veces se apura en la resolución de las acciones, fue el más ambicioso del ataque y, además del descuento, estuvo muy cerca de convertir el empate tramo final del complemento. Por su parte, Lautaro Díaz alterna momentos de desequilibrio con otros en los que discontinúa llamativamente su participación. Mientras Gagliardi termina luchando más de lo que juega, casi una picardía para un jugador de su jerarquía.
Es, de manera resumida, una síntesis del equipo que terminó siendo Villa Dálmine, después de un arranque de segunda rueda en el que pareció asomar un equipo más ambicioso desde la tenencia del balón después de la pésima primera vuelta. Igualmente, lo dicho: en cuanto a los resultados le fue mucho mejor que en el juego, a pesar de cerrar el certamen con cinco encuentros sin triunfos (cuatro empates y la caída de ayer).
Es que en esta segunda rueda sumó 26 puntos, producto de 6 victorias, 8 empates y 3 derrotas. Aunque ello no le permitió despegar nunca en la tabla de posiciones, donde terminó en el 14º puesto, a siete unidades de distancia de la zona de clasificación a la próxima Copa Argentina.
Ahora, culminada la temporada, será el tiempo del análisis profundo para no repetir los errores que se cometieron este año, especialmente en el armado del plantel. Porque en 2022 todo indica que no habrá margen de error para aquellos equipos que, como Villa Dálmine, no pueden darse el lujo de cometer equivocaciones en ese aspecto.
EL PARTIDO
Para este encuentro, Franchini presentó dos cambios: Romero volvió a la zaga central y Pollacchi pasó como lateral por derecha; mientras Nouet reemplazó al lesionado Bersano. Y en el arranque del juego quedaron planteados los estilos de uno y otro equipo: porque mientras Barracas Central buscaba avanzar desde la tenencia y la circulación del balón, el Violeta encontró espacios claros de contra.
Y en el amanecer del partido, los dos llegaron al área rival. El visitante incursionó por izquierda con Vázquez (lanzó un centro débil que atrapó Bilbao), generó zozobra con una chilena de Valenzuela (tras un mal rechazo de Bilbao) y casi abre el marcador en una pelota parada que González cabeceó por el segundo palo, muy sobre el cuerpo del arquero local. Por su parte, el equipo de nuestra ciudad se desplegó con Nouet por izquierda: en la primera no le acertó a Gagliardi con el centro y en la segunda levantó mucho su remate.
El Violeta tuvo sus mejores pasajes cuando D´Angelo se activó y entró seguido en juego, juntándose especialmente con Lautaro Díaz. Pero la endeblez defensiva que mostró el equipo en la mitad de cancha (lento Agüero; y Díaz y D´Angelo no tienen capacidad de lucha) le permitió al Guapo jugar con comodidad de frente a la última línea campanense. Y por el sector de Romero-Rizzi se filtró Valenzuela en un par de oportunidades que Buter no pudo liquidar tras el centro atrás.
En ambas jugadas brillaron los reflejos de Bilbao, que nada pudo hacer instantes después, cuando Glaby cabeceó a la altura del primer palo un córner desde la izquierda y logró colar el balón en el primer palo para el 1-0.
Entre esas dos acciones, Germán Díaz contó con la mejor oportunidad del Violeta, con un remate que salió al cuerpo de Gagliardo luego de un desborde de Lautaro Díaz por derecha.
Después del gol y que los jugadores se refrescaran, el trámite del partido perdió profundidad: Barracas ya no arriesgó tanto, mientras el Violeta fue previsible en sus movimientos y no tuvo ideas para romper el bloque defensivo establecido de la visita (Gagliardi no participó prácticamente).
Nada cambió en el arranque del complemento en cuanto al local, que se fue sumiendo, sin rebeldía, en la impotencia propia de un equipo sin jerarquía ni una idea de juego clara. Incluso, a los 10 minutos, en un intento de salida desde dentro de la propia área, Cáseres le regaló (literalmente) la pelota a Estigarribia y allí nació el 2-0 que marcó Vázquez con comodidad.
Los minutos siguientes de Villa Dálmine fueron muy flojos e, incluso, Barracas Central tuvo opciones de estirar las diferencias a partir de nuevos errores de la última línea local. Y cuando el partido parecía caer en la intrascendencia total por la conformidad del Guapo y la impotencia del Violeta, un centro de D´Angelo a balón recuperado encontró solo a Nouet por el segundo palo y llegó un descuento que le agregó incertidumbre a la definición. De hecho, un minuto después, "Pancho" se metió al área por izquierda y con un violento remate exigió a Gagliardo, quien respondió con firmeza para evitar el 2-2.
Ese ímpetu del sampedrino levantó a los dirigidos por Franchini, mientras el Guapo se sumió en el nerviosismo y las imprecisiones. Gagliardo buscó enfriar las acciones y calentó el final, mientras un par de fallos polémicos de Dóvalo (que solo adicionó cuatro minutos) le dieron aire para salir de su campo al visitante. Y en el adicionado, un último horror de la defensa local le permitió a Ybañez sentenciar la historia y a Gagliardo, con un festejo obsceno de cara a la platea, hacer explotar a todos los jugadores de Villa Dálmine (Bilbao cruzó toda la cancha para increparlo).
Esa reyerta y la ráfaga de Nouet taparon en algún sentido otra floja producción futbolística del Violeta, que, en otras ocasiones, se vio maquillada por empates o hasta victorias. Ayer no fue el caso. Por el contrario: bajo la lupa de toda la categoría y la mirada desconfiada de muchos, no dio la talla.
SÍNTESIS:
VILLA DÁLMINE (1):
Emanuel Bilbao; Maximiliano Pollacchi, Rodrigo Cáseres, Zaid Romero, Facundo Rizzi; Ezequiel D´Angelo, Emiliano Agüero, Germán Díaz; Lautaro Díaz, Alejandro Gagliardi y Francisco Nouet.
DT: Marcelo Franchini.
SUPLENTES: Ezequiel Navarro Montoya, Santiago Moyano, Agustín Stancato, Gino Olguin, Laureano Tello, Franco Costantino, Leandro Larrea, Lucas Cajes y Juan Cruz Franzoni.
BARRACAS CENTRAL (3):
Maximiliano Gagliardo; Dylan Glaby, Bruno Cabrera, Fernando González, Gonzalo Paz; Germán Estigarribia, Carlos Arce, Iván Tapia, Juan Manuel Vázquez; Fernando Valenzuela y Leonel Buter.
DT: Rodolfo De Paoli.
SUPLENTES: Mariano Monllor, Andrés Imperiale, Jonathan Rivero, Daniel Martínez, Enzo Ybañez, Facundo Stable, Valentín Viola, Isaac Suárez y Luciano Romero.
GOLES: PT 26m Dylan Glaby (BC). ST 10m Juan Manuel Vázquez (BC), 30m Francisco Nouet (VD) y 48m Enzo Ybañez (VD).
AMONESTADOS: Agüero (VD); Gagliardo (BC).
CAMBIOS: ST 13m Martínez x Paz (BC) y Tello x G. Díaz (VD); 22m Ybañez x Valenzuela (BC) y Romero x Vázquez (BC); 25m Cajes x Rizzi (VD) y Franzoni x L. Díaz (VD); 36m Moyano x Agüero (VD) y Costantino x Gagliardi (VD).
ÁRBITRO: Pablo Dóvalo.
CANCHA: Villa Dálmine.
FUENTE: LA AUTÉNTICA DEFENSA.
SÍNTESIS: LA AUTÉNTICA DEFENSA.
FOTOS: EL VIOLA.
Miércoles 17 de noviembre de 2021, 00:05