Bernardo Grobocopatel: Creó el único club de fútbol ligado al campo y planea comprar uno en Europa
En la localidad bonaerense de Carlos Casares, Bernardo Grobocopatel fundó Agropecuario en un lugar donde había un lote con maíz; disputa la Primera Nacional y sueña con llegar a la categoría mayor
Bernardo Grobocopatel, fundador y presidente del club de fútbol Agropecuario de Carlos Casares - Santiago Filipuzzi - LA NACION
Por Belkis Martínez - LA NACION
CARLOS CASARES.- “Por acá. Arriba”, dice Bernardo Grobocopatel, el presidente y fundador de Agropecuario, el único club de fútbol argentino ligado al agro que está en esta ciudad del centro oeste de la provincia de Buenos Aires. Allí, en su oficina del primer piso de las instalaciones, recibió a LA NACION. El sueño es pasar de la Primera Nacional a la Primera División.
Los nervios y la tensión que refleja el empresario no son más que los mismos que vive partido a partido en la lucha por colocarse en lo alto del fixture. “Siempre fui un loco del fútbol. Es una pasión con la que se nace, no se hace. Estoy controlado de los nervios, no la paso bien. El día que pierda eso del fuego sagrado, cierro y me dedico al campo o a otra cosa”, asegura mientras contiene una tonelada de emociones y calcula que de 10 partidos o temas relacionados con el fútbol, ocho la pasa mal y solo dos bien.
“Hacer una cosa de cero parece poco, pero depende de la intensidad con que se haga. Este estadio significa mucho porque lo hice en mi ciudad. A veces me enojo, porque vienen equipos de todo el país y después de 10 años no encuentro una respuesta en la gente. No vienen tantos como me gustaría, no siento tanto el apoyo. Da un poco de bronca porque no te sentís tan acompañado. Para mí significa mucho haberlo hecho en mi ciudad, porque jugaba a 10 cuadras”, cuenta el empresario.
Por la actividad a la que se dedica la familia, la gente enseguida asocia a Agropecuario con Gustavo Grobocopatel, el primo de Bernardo, y quien en su momento fue popularizado como “el rey de la soja”. El equipo que disputa la Primera Nacional hoy es conocido como el “Sojero”, aunque su creador habla todo el tiempo de “Agro”, que lo relaciona más con su trabajo como productor y le permite desmitificar los rumores de que la plata invertida en el proyecto de sus sueños tiene alguna relación con Gustavo.
El empresario recibió a LA NACION en su oficina del clubSantiago Filipuzzi – LA NACION
“Esto no tiene nada que ver con el rey de la soja. ¡Nada! Esto fue de cuatro o cinco locos que me creyeron. Empezamos sirviendo gaseosas en el entretiempo, calculábamos cuánta gente había y le decíamos por teléfono a una chica: ‘serví tantas’, mientras yo andaba con todos los papeles de la AFA porque quería aprender”, narra y repite una frase de su padre, que “para poder mandar tenía que saber, y para poder saber, tenía que hacerlo”.
En medio de la oscuridad de la noche y debajo de las tribunas verdes y rojas se leen algunos carteles publicitarios más asociados al fútbol. Bernardo también reconoce que son pocas las empresas que financiaron a Agropecuario en sus comienzos o que lo siguen haciendo hasta ahora. Aclara que todas tienen vínculo con su actividad productora, amigos del agro y otras tantas que con el tiempo y a raíz de la popularidad del equipo decidieron sumarse al proyecto, a través de intercambio de mercadería como electrodomésticos que venden una fan shop en el centro de la ciudad de Casares.
Así surgió el sponsoreo de Ombú, una empresa de maquinaria agrícola y remolques, Sudamericana Granos, su compañía de acopio, y un patrocinador que lo único que pidió fue que dijera “Carlos Casares” en el centro de la camiseta. Reconoce que el club va rotando sponsors y está trabajando en la captación de compañías fuera del sector agrícola para volverlo rentable. “Nos costó mucho, pero este año fue superavitario. Pudimos vender jugadores y es la apuesta a futuro. Nos falta desarrollarnos en la captación y formación”, reconoce.
“La mayoría de los clientes son futboleros, vienen a la cancha, colaboran con el club, incluso, compran camisetas para los empleados de sus propias empresas. Y me cuentan que sus trabajadores les piden la camiseta de Agropecuario”, agrega con una sonrisa en el rostro. El empresario, aunque trata de separar el fútbol con el agro, le resulta imposible.
Agropecuario de Carlos Casares con su vestimenta titular
“Tengo que agradecer que gracias al agro puedo contar lo que estoy haciendo. Gracias al agro cumplí un sueño. Por ahí lo hubiese hecho igual, pero eso es contrafáctico, difícil de saber”, expresa.
El estadio principal está rodeado por siete canchas auxiliares, gimnasio y cabañas para impulsar las categorías inferiores y el fútbol femenino. “Mi ilusión y mi sueño es llegar a la Primera División”, dice antes de contestar una llamada de su hija Juliana a quien le pregunta “cómo le fue y si hizo gol”. Juliana tenía tres meses de nacida cuando su papá decidió comenzar a construir el estadio en ese lugar donde su madre se cortó un dedo del pie con una caña de maíz, mientras planificaban el proyecto, y tuvo que dejar de amamantar. Por eso, de alguna forma, su hija está ligada con el origen del club.
Si bien asegura sentirse orgulloso de haber fundado Agropecuario en su ciudad natal, donde tienen actualmente 60 casas alquiladas que habitan sus 100 empleados, futbolistas de distintas categorías y cuerpo técnico, también analiza que la primera juegue en otro lado y dejar inferiores en Casares.
El partido en el que Racing enfrentó a AgropecuarioTwitter @RacingClub
Mientras pasan los minutos y los hinchas comienzan a ocupar sus lugares en la tribuna, Bernardo no puede evitar ponerse nervioso. Falta menos de una hora para que comience el encuentro contra Deportivo Güemes y avanzar en la tabla de posiciones.
“Conocí mucha más gente a través del fútbol, de Agropecuario, que en toda mi vida como empresario. Con el fútbol se acerca mucha gente fanática e hinchas. El fútbol no tiene lógica, es una atracción y es inexplicable. Alberto Fernández hizo una nota con el candidato a intendente de Casares y dijo: ah, de ahí es Agropecuario. Sirve de referencia”, indica y aclara que tiene una opinión formada sobre la política.
El 28 de mayo de 2017, Agropecuario consiguió el ascenso a la Primera Nacional. En ese momento, dice, la institución llegó a tener más de 3000 socios, pero después de la pandemia bajaron abruptamente. “Ahora la estamos remando. Por ahí hay 300, a veces 100, 500 o se puede llegar a 1000. Varía”, aclara.
En Uruguay, donde vive actualmente con su familia, Bernardo decidió extender el proyecto. “Fundé un club que se llama Agropunta Football Club. Es parecido a Agro, todavía no está puesto el nombre y legalizado en la IGJ. Estamos en eso. Vamos a poner un pie en Europa también, pero el de Uruguay es de cero, y ahí vamos a arrancar en tercera o cuarta categoría. El de Europa es chiquito. No es tan del ascenso, pero aún estamos en negociaciones”, adelantó.
Bernardo fundó Agropecuario en lo que era un lote de maízSantiago Filipuzzi – LA NACION
—¿Y al agro cómo lo ves?
—Me parece injusto cómo tratan al agro, en todos los sentidos. Es verdad que hablar de la política es hablar del agro en general, porque mucha gente vive del agro en los distintos sectores. En todos los partidos hay gente que te puede destratar, por eso, trato de no involucrarme, porque uno es productor en cualquier lugar del mundo. No te voy a hablar de Dinamarca, sino de Uruguay, Brasil y Bolivia, donde están cobrando el cereal al precio real. Hoy, nosotros estamos cobrando el dólar a 90 pesos y todavía nos quejamos pocos. Algunos nos dicen que somos los que retemos los productos; me parece que es una forma poco feliz de expresarse sobre uno de los sectores más productivos. El campo es el que tiene mayor desarrollo productivo y es un destrato acusarlo de retener granos o amenazar de que van a ir a romper las silobolsas. Esas cosas incitan a la violencia y en algunos casos ya han pasado. El productor agropecuario lo que tiene lo reinvierte. El sector es el más competitivo de todo el país, con todo lo que tiene sigue siendo rentable. Cuando bajás las retenciones, lo haces más productivo y ampliás el área de producción. Hay muchísimas cosas para que la Argentina crezca y por lo que países más chicos nos han superado. Es como el futbol, te duele verlo, porque hay países más chicos que nosotros que nos han superado, cuando éramos el granero del mundo.
Antes de bajar a ver que el equipo haga el calentamiento precompetitivo, Bernardo aclara que el productor produce, genera divisas y no especula. “De eso sé más que de fútbol, porque me considero un productor agropecuario. Estoy sembrando alrededor de 6000 hectáreas con un grupo de contratistas asociados, acuerdo horizontal. Yo pongo una parte del campo y la comercialización, otro pone el trabajo y entre todos vamos haciendo las cosas. En vez de hacer 2000 hectáreas, hacemos 6000 hectáreas entre varios. Hacemos soja, trigo, maíz y girasol y algo de cebada”, cuenta.
“¡Dale Alejo!”. “¡Dale Ema!”. “¡Dale!”. Grita desde el balcón, el refugio, donde trata de liberar los nervios que contuvo en todo momento, antes de que el tablero marque el 2 a 0 del partido y él comience su travesía de regreso a Uruguay. Recuerda así que la hinchada es una de las patas que se necesitan para hacerse fuerte en una categoría como la que disputa su equipo que busca el sueño de la Primera.
POR Belkis Martínez - https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/creo-el-unico-club-de-futbol-ligado-al-campo-y-planea-comprar-uno-en-europa-nid01092022/
Martes 06 de septiembre de 2022, 20:37
arremangate las botas, dale un poquito de bola a la liga, tira unas monedas ahi para que cadret, bellocq y moctezuma se dejen de joer en esa liga de cuarta que estan jugando y vuelvan a la liga de casares que se esta muriendo. quedaria un lujo la liga con once clubes y los pueblos volviendo al futbol, dale ponete la 10 y deja de mirarte el ombligo
Bernardo he ido a ver a mi club contra Agro, armaste un predio espectacular, de primera. Ni hablar de lo que conseguiste deportivamente, más para una ciudad como Carlos Casares, que solo tenía un viejo logro regional de un club que hace décadas ya ni juega (Huracán campeón de la Federación del Oeste 1940) y es nada comparado con estar en la Segunda Categoría Nacional y jugar fútbol profesional.
Es una hermosa locura lo que hiciste, porque durante los primeros años es pérdida, tras pérdida, tras pérdida. Marca una diferencia con otros tanto de Casares o cualquier ciudad del interior, que guardan, guardan y no la ponen nunca en la ciudad, no sea cosa que se despierten pobres.
No lo cambies de ciudad (pueblo) por los hinchas. No va a resultar. El problema del arraigo no lo vas a solucionar. Hay varias historias de éxitos deportivos que lo demuestran. La CAI de Comodoro Rivadavia, hasta que lo lograron Brown y Deportivo Madryn había hecho lo más grande del fútbol patagónico con sus cuantiosos años en Nacional B (no es por faltar el respeto a las participaciones de Huracán en los viejos nacionales, que no fue poca cosa, pero estar consolidado en el fútbol profesional se me hace un poco más). Sin embargo, sin barrio y sin hinchas. Los comodorenses seguían yendo a ver a los colores de sus amores: Huracán y Newbery por la Liga de Comodoro o el Argentino C, antes que ir a ver a la CAI.
En toda ciudad o pueblo hay un público al que le gusta el fútbol, y otro público al que no. Al que no, no lo vamos a llevar nunca y los que sí, ya tienen sus amores y acá el éxito no va a competir nunca contra décadas o un siglo de arraigo. Porque uno va a ver al club donde se crío, el club dónde iba a ver fútbol con papá o con el abuelo, el club de la familia donde el abuelo fue dirigente o la abuela fue reina, ese club en el que hicimos la tribunita a pulmón donando cemento, uno va a ver a su club aunque haya otro al que le vaya mejor.
Y al que conoce Casares, sabe que el que lleva (y en relación a la ciudad, tampoco es algo de asombro, porque nunca ha sido una plaza muy futbolera) es Deportivo Casares, que ni siquiera es el que más ligas ha ganado. Después Atlético y Boca también convocan. Argentina 78 va siempre bastante más atrás en público, porque no a todos les toca la popularidad. Cambiar eso puede llevar décadas o no pasar nunca.
Leía por ahí, Necochea como opción. ¿De verdad crees que el futbolero necochense va a dejar de ir a ver a Rivadavia, Huracán, Ministerio o Estación? No va a pasar. En Nueve de Julio, que te tienen al lado te admiran, aunque tendrías que volver a hacer un estadio. Pero ¿van de dejar de ver a Once Tigres, Atlético, San Martín, Agustín Álvarez? Si en 9 de Julio hay incluso dos popularidades que no se basan en éxito, el Club Libertad que apenas tiene dos títulos y El Fortín con un arraigo barrial impresionante aunque no tiene títulos.
Alguno te decía, Los Toldos. Imposible, el de Viamonte, el de River, el de Alsina o Coliqueo van a seguir yendo a sus clubes. En Lincoln, se llevan todo Rivadavia o Linqueño. Y así si vamos repasando ciudades o pueblos.
El éxito no compra hinchas en el fútbol argentino, porque somos un país donde los clubes son nuestros, de los socios, de los hinchas. En Europa, y ahí muy probablemente lo consigas. Están acostumbrados a que los clubes no son de ellos, tienen dueños, son SAD, entonces van a ver a un RB Leipzig, un RB Salzburg. Pero qué saben de pasión si hasta fue popular en Hungría un tal "Videoton" y el dinero hizo grande a un club perdido de París que casi no tenía títulos y ahora es el más ganador de Francia.
Es más, en Europa podés incluso comprar un club con hinchas (salvo el Athletic Bilbao, el Real Madrid o el Barcelona). Si te da, el Manchester United lo están vendiendo.
"Este estadio significa mucho porque lo hice en mi ciudad. A veces me enojo, porque vienen equipos de todo el país y después de 10 años no encuentro una respuesta en la gente. No vienen tantos como me gustaría, no siento tanto el apoyo." En esa frase se resume tu problema. "lo hice" (yo) "no siento" (yo) "el apoyo". Agropecuario sos vos, lo hiciste solo. Abrilo, hacé que tus socios tengan voz y voto, aunque no pongan más dinero que la cuota social y la entrada el día que van. Como en los otros clubes, donde no importa cuánto ponga cada uno, es de todos por igual, la voz de todos cuenta y nadie es tan pobre que no tenga nada que aportar. Pensá en ir robando hinchas de a poco, pone jugadores de Casares en la Primera de la Liga y promové jugadores de Casares a la primera profesional, en algunos años largos va a ser el club que le dio a papá la posibilidad de ser jugador profesional. O abrilo a la región, estilo Athletic Bilbao, no te digo de un año a otro, menos ahora que hay descensos, pero planificalo para que el corto plazo solo pueda jugar en Agropecuario alguien del Oeste Bonaerense. Si mirá el plantel, salvo el muchacho que es de Quiroga y el que promoviste de inferiores todos de afuera. 6 santafesinos, 5 del conurbano, 3 cordobeses, 2 porteños, 2 de La Plata, 2 misioneros, 1 tucumano, 1 rionegrino, 1 uruguayo y 1 colombiano. ¿Y así querés que los casarenses lo sientan propio? Difícil, aunque lo lleves a Primera o aunque logres la Libertadores.