Guaraní A. Franco 2-0 Talleres (C)
El desahogo llegó y lo hizo de la mejor manera. Guaraní, que llegaba a la 22ª fecha con 14 tristezas consecutivas sobre sus hombros, sacó pecho ante el rival de mayor renombre dentro del Argentino A. Talleres de Córdoba llegó a Villa Sarita con mucha historia, pero esta vez la necesidad pudo más.
El 2 a 0, contundente desde el resultado, pero sufrido desde el juego, puso un plus de justicia a la mala campaña de la Franja en la zona Norte. Ayer hubo actitud, ganas y las piernas, con lo justo, respondieron.
Ya sin aire y sin nada para regalar, Guaraní salió a comerse al rival. Le costó, porque Talleres manejó la pelota durante el primer cuarto de hora del partido. Pero tuvo paciencia el equipo de José María Bianco, que a diferencia de partidos anteriores, no se aceleró ni careció de ideas.
Esta vez, con algún abuso del pelotazo, supo cómo controlar a la T, un equipo imponente desde la historia.
Con un gran debut de Bonet, Guaraní fue creciendo desde la banda derecha, pero ocupó también a Elián Kopp desde el sector izquierdo.
A los 6’ apareció la primera clara del partido. Kopp subió con ganas hasta el área y descargó para Godoy, quien de primera habilitó a Barinaga, pero el 10 definió apenas al lado del palo derecho de Requena, 1 visitante.
Así se vio el panorama de la primera parte. Guaraní fue ampliamente superior y jugó el mejor primer tiempo de su estadía en el Argentino A de fútbol.
Tuvo las suyas Talleres, porque la Franja cortó la mayoría de los ataques ajenos con falta. Así, Díaz lanzó un tiro libre desde la puerta del área y puso la pelota en el ángulo izquierdo, que esforzó a Ponzio y terminó en córner.
La alegría local llegó minutos después. A los 24’, Barinaga envió desde la esquina derecha y Fernández, que fue a buscar el cabezazo, recibió la pelota en su botín derecho. No dudó, le pegó fuerte y marcó el 1 a 0.
A los 31’ pudo aumentar tras un yerro de Nievas, que en su afán de despejar casi la mete en su propio arco. Pegó en el travesaño y en la continuidad, Barinaga no pudo definir con comodidad.
Con coraje, fútbol y muchas ganas, Guaraní se fue al descanso ganando por la mínima, con la firme mentalidad de mantenerse y continuar de la misma manera en el complemento.
En el medio, hubo buenas intervenciones de Narvay en la banda izquierda. Siempre atento, siempre presente y sabiendo que deberá mantener ese nivel para quedadarse con el puesto de acompañante de Barinaga.
En el complemento, el gasto que realizó el local en la primera parte pasó factura. Lucas Godoy se puso el equipo al hombro, picó siempre que pudo y aguantó los duros choques con los pilares de Talleres.
Guaraní fue al frente, siguió gastándose en lo físico, se entregó ante la posibilidad de lograr un triunfo que significaba un tubo de oxígeno y fue cayendo en su rendimiento a medida que los minutos corrían.
Carlos Córdoba, santafesino juez del encuentro, empezó a cobrar para Talleres en las jugadas dudosas y eso agrandó más a los de Bianco.
Fue complicado sostener el 1 a 0, pero el corazón estaba presente. Talleres, con más espacios que en la primera parte, se vino con todo y bombardeó el área local. Sólo bombardeó, porque Lucas Ramos, Elián Kopp, el Negro Valdez y el propio Fernández estuvieron en su mejor tarde. La concentración, quizás uno de los puntos más flacos de este Guaraní, fue esta vez algo para destacar.
Nunca se rindió, siempre supo que pudo y también intentó jugar, aunque los pulmones y las piernas impidió gran parte de las intenciones.
Talleres, con un Klusener sin espacios, fue ahogándose en centros a la nada y ni Díaz, Olego y Leyes pudieron darle juego a la T, que según conocedores de la materia, jugó uno de los peores partidos de la temporada.
Poco le importó eso a los de Villa Sarita. Bianco sacó al golpeado Godoy y mandó a la cancha a Zanabria, quizás para contener en gran parte los ataques rivales. Luego se dio cuenta que no tenía salidas rápidas, porque Kopp ya no era el de la primera parte, donde corrió siempre hasta la línea final rival. Allí se inclinó por Roldán, quien se encargó de sostener la pelota y esconderla, también sacó a Barinaga, cansado y falto de claridad, para decidir el ingreso de Salvatierra.
Encontró más aire Guaraní y lo utilizó sobre el final del partido. Roldán escapó por derecha, descargó para Salvatierra, quien vio ingresar a Bonet con mucha velocidad. Descargó, Bonet pegó de primera y puso el justo 2 a 0. No hubo tiempo para más, quedó sólo el espacio para la bocanada de aire y el festejo.
Fuente: Diario El Territorio, Posadas
Lunes 11 de febrero de 2013, 06:59
A ver si suben chaqueños.. hace falta un clásico litoraleño para esta categoria. Fue podrido vernos las caras en el Arg.B. Ojalá se les pueda dar y sigamos protagonizando buenos espectáculos en el Arg.A.