San Martin (Tuc) 2 Juv. Antoniana 1
Un triunfo a media luz
San Martín venció a Juventud con un buen primer tiempo y una carambola propia del partido.
Al final del túnel y al comienzo del cuarto período de Carlos Roldán se ve algo de luz. Casi como la que iluminaba el estadio en el entretiempo más largo del año: no para encandilar pero sí para mantener la esperanza. San Martín le ganó 2 a 1 a Juventud Antoniana en uno de los partidos más accidentados de los últimos tiempos. Así, recuperó algo de terreno en la tabla de la zona 1 del Argentino A.
El equipo esperó 11 días para volver a jugar luego de la derrota en Villa María y en el primer tiempo se notó que la revolución interna que sufrió en ese período y el cambio de aire en el banco de suplentes cambió algunas cosas. El deseo por el arco rival creció desde el primer minuto y pese a tener a Héctor López en bajo nivel, el equipo atacó con otras ganas.
Esa inercia posibilitó el primer gol. Nicolás Roldánhabía llegado hasta el área y por algo pudo rematar esa pelota que quedó picando. Pero como el arco de calle Bolívar, el más afectado por el corte, el cambio también tuvo su parte oscura: "a salir jugando", pidió Roldán en la semana y así vino el empate. Los defensores terminaron perdiendo la pelota y del lateral siguiente, llegó el tanto de Carlos Triverio. El empate.
El segundo tiempo fue otra cosa. El parate de casi una hora y media perjudicó al espectáculo y el equipo parecía no tener ideas ni físico para afrontar los segundos 45 minutos. Antoniana tampoco mostró gran cosa pero inquietaba con algunas llegadas aisladas. Dos expulsiones casi seguidas (una por cada equipo) en el inicio de la accidentado complemento, terminaron por alterar todo. Con ese panorama, el segundo gol del local se explica solo a través de la carambola de la que participó Luciano González pero que derivó en el gol de Facundo Torres, en contra.
Sobre el final, Juan Carrera detuvo toda intención salteña de empatar el partido. Un partido del que San Martín sólo necesitaba los tres puntos y los consiguió. El triunfo fue a media luz: logró verlo pero si quiere más en el torneo, deberá prender todas sus lamparitas.
Espantó varios fantasmas . El "santo" se acordó de festejar.
NO SE MOVIERON. La terna arbitral estuvo firme en el campo durante el apagón
"Se busca un exorcista. Urgente". Esta frase bien podría decorar cada rincón del estadio de La Ciudadela. A San Martín no le sale una. Si no es un error en lo futbolístico, un hincha se accidenta o las penumbras toman protagonismo. Lo cierto es que el "santo" no puede vivir en paz. ¿Hasta cuándo seguirá la malaria?
Ayer, la noche apareció torcida. Si bien, en el inicio el equipo aparentó ser una tromba, volvió a tener algunas viejas falencias que casi lo mandan al infierno. Para colmo de males, en el entretiempo cuando los jugadores aún estaban en el vestuario la luz artificial dijo basta. Esa fue la primera vez.
Según trascendió, un problema eléctrico en la zona originó el problema que mantuvo en vilo a todos en Bolívar y Pellegrini. Según explicaron allegados a la directiva "santa", el calor que hizo en la provincia, sumado al alto consumo eléctrico en los hogares, tuvo directa incidencia en el apagón de las torres de iluminación. Pero eso no fue todo. Luego de una espera de más de ochenta minutos, la luz volvió y pudo comenzar el complemento. Pero la alegría duro poco.
Iban apenas dos minutos del segundo tiempo y la historia se repitió. Las luces volvieron a perder fuerza y parecía que el partido iba camino a la suspensión. Pero no. Diego Gallo decidió esperar y le salió redondo. Luego de 20 minutos, y cuando muchos hinchas habían decidido dejar sus lugares, la luz retomó el brillo, el partido pudo completarse y, para que la fiesta sea completa, San Martín volvió a sumar de a tres por primera vez en el año.
LA GACETA
Domingo 17 de febrero de 2013, 10:54