Racing (Olav) 2 - Gimn. y Tiro 2

Duele, pero fue justo
Como local, Racing perdía, lo dio vuelta y tenía los tres puntos en el bolsillo, pero Gimnasia y Tiro de Salta se lo terminó empatando 2-2 sobre la hora. En el último ataque, en polémica decisión, al Chaira le anularon un gol. En el equipo olavarriense, Franco Amaya  se fue nuevamente expulsado. El resultado se ajusta a lo que se vio.

Fotos: www.yafotografia.com
Texto: Marcelo Verna

Pelea. Ante la adversidad, lucha y sigue. Los garrotazos vienen y a veces no se sabe cómo esquivarlos. Economía con agujeros, plantel corto, falta de espacios para entrenar, lesionados, expulsados, ni plata para el gimnasio (por una diferencia mínima, se dejó de ir y ya se nota), a veces se cuentan las monedas para viajar y hasta para pagar ecografías y resonancias…no es todo eh, hay como para hacer un libro.

Por eso duele empatar como sucedió. Porque se perdía, se logró empardar enseguida y siendo superados, se llegó a desnivelar. Porque se corría hasta con las pestañas, porque los soldados se caían (Ferreyra y García Lorenzo se fueron contracturados), porque varios terminaron exhaustos, se merecía el mendigo de la novela, Racing, ganar un partido a puro corazón.

Pero el príncipe, Gimnasia y Tiro, que jugó con elegancia casi los 90’, no tuvo la misma eficacia en las áreas y estaba al borde del nocaut. Pero sacó una mano y puso las cosas como al comienzo.

En el estribo, cuando la desazón abarcaba todo el estadio por el empate salteño, Altamirano metió un centro que pareció hacia atrás, Calderón Rosales ganó en el área y convirtió pero el asistente pampeano Ramonda levantó el banderín y las maldiciones poblaron el “Buglione Martinese”.

El inicio fue Chaira. Al menos en las situaciones: enseguida, Altamirano ganó la posición, la pelota no le bajó nunca para darle cómodo, y el zurdazo se fue alto; al ratito desborde de Berdún, centro que cruzó el área chica paralelo a la línea y el ‘9’ no pudo conectar.

Poco a poco, empezó a verse algo de lo que es el ADN de este equipo del ‘Tano’Riggio. Un esquema con tres hombres en el fondo (endeble), otra línea de tres delante con dos externos que van y vienen y un volante central (Ceballos) que juega más de lo que marca, dos enlaces (Vezzani-Chaves) y los dos puntas que por características fueron un ‘doble nueve’ (Agudiak-Mendoza). Todos tratando bien la pelota y en el medio, con gran dinámica y precisión.

Se percibían distracciones y desorden en Racing, principalmente a las espaldas de Amaya-García Lorenzo porque Ferreyra no acertaba cuando salir y cuando quedarse, y la movilidad de los volantes rivales les generaba confusión. Las segundas pelotas eran del rival, se llegaba tarde y se dejaba pensar.

El gol salteño fue una muestra. Recibió Vezzani en la izquierda, le hicieron sombra sin presionar, sacó el centro, Agudiak controló con el pecho y con la doble marca a un par de metros tuvo tiempo para elegir donde mandar la volea para el 1-0.

Ya dijimos que la defensa Albiceleste no mostró solidez. Dos minutos después del gol, buscaron a Altamirano, pivoteó de espaldas y la dejó muerta para la llegada de frente de Vazzoler que la puso contra el palo izquierdo para empatar y traer tranquilidad. 

A la vista, Gimnasia y Tiro era más, tenía la pelota y Racing corría detrás de ella, pero en el ping pong de llegadas, no hubo diferencias. Incluso, las más claras las tuvo el Chaira, como esa de Vazzoler que controló, se cayó su marca y pudo rematar pero la sacaron cuando entraba.

Enfrente, tiraron un pelotazo largo, Ramiro Jorge dio el paso adelante en el momento justo pero Ferreyra no, se fue Franco Mendoza, eludió al ‘Churro’ sin problema y el palo izquierdo devolvió el derechazo.

En el último cuarto de hora, la tenencia siguió siendo salteña, los de Milanese Comisso (por la suspensión estaba en la platea y se retiró del estadio por una descompensación) se recostaron en su campo y se desgastaron corriendo (Ferreyra se fue con una molestia) a una circulación fluida pero sin punch de los norteños.

A pedido de Racing se jugó la primera parte del segundo tiempo. Fricción, interrupciones, pelota por el aire, imprecisión…pero casi siempre en campo olavarriense, Y cuando la pendiente hacia Mocoroa era cada vez más marcada, el Chaira reaccionó: triangulación sobre la izquierda y casi lo define Altamirano (participó poco pero fue gravitante). Fue el aviso. En la siguiente, pasó a ganar. Llegó un centro pasado, salió del área, Altamirano desbordó a Mendoza (su marca en la pelota parada), centro y volea de Ramiro Jorge para el 2-1.      

Después de algunos minutos sin noticia, Riggio movió el banco. Se vinieron la ‘Chancha’ Zárate y Guglielmi, y al ratito Juan Pablo Zárate para buscar lo que no aparecía: desequilibrio en los últimos metros.

Pudieron definirlo con un derechazo terrible de Vazzoler que Mulieri desvió milagrosamente con las uñas, pero no lo hizo y no hubo manera de tener la pelota, así que le tocó el rol de partenaire. 

Racing era resistencia en propio campo, Mocoroa  sacó un tiro libre del ángulo y varios centro que le cayeron cerca, y la única manera de descansar era con pelotazos a Altamirano y al chileno Calderón Rosales (reemplazó a Vazzoler, de aceptable rendimiento). Ya Berdún no podía con su alma y el resto también perdía físicamente, salvo los defensores que trabajaron mucho y bien.

Ya estaba en la hora y la gente esperaba el pitazo final para desahogarse de tanto grito contenido cuando Leandro Zárate la aguantó en el área, Guglielmi apareció increíblemente solo y fusiló a Mocoroa.

Ahí, lamentablemente, Franco Amaya habló de más de otra vez y dejó más corto aún al plantel. La platea le hizo saber su opinión con insultos.

Los guerreros, heridos en el resultado y el alma, sabían que quedaba tiempo para una más. Fueron. Pero solamente alguna imagen filmada podrá corroborar si el asistente tenía razón al anularle el gol a Calderón Rosales (los impacientes ya lo resisten).

Fue tristeza, amargura y bronca. Pero queda mucho. Será momento de descanso, recuperación física, anímica, y de una vez por todas comprometerse a evitar irse antes por irresponsabilidades que solamente se aceptan como pecados de juventud.

En San Luis y este lunes se ratificó que no hay cucos. Pero cuando se pelea en desventaja hay que hacer valer aquello de corazón caliente y mente fría. Si se logra, quizás no se ascienda, pero la peleará hasta el final

SÍNTESIS

ESTADIO: "José Buglione Martinese"

ÁRBITRO: Sebastián Mastrángelo (Venado Tuerto)

RACING 2: Martín Mocoroa; Esteban Erramuspe, Ramiro Jorge, Claudio Ferreyra (39’PT Kevin Santucci), Ezequiel Molina; Leandro Teijo, Franco Amaya, David García Lorenzo (31’ST Maximiliano Chevrot), Juan Berdún; Francisco Vazzoler (30’ST Alfredo Calderón Rosales), Oscar Altamirano. DT: Víctor Milanese Commisso

GIMNASIA Y TIRO DE SALTA 2: Juan Mulieri; Diego Ianiero, Sergio Plaza, Rodrigo López; Maximiliano Gómez (37’ST Juan Pablo Zárate), Matías Ceballos, Rubén Villarreal; Ivo Chávez, Sebastián Vezzani ( 22’ST Leandro Zárate); Iván Agudiak, Franco Mendoza (22’ST Matías Guglielmi). DT: Víctor Riggio.

GOLES: 14’PT Iván Agudiak (GyT),  15’PT Francisco Vazzoler (R), 16’ST Ramiro Jorge (R), 47’ST Matías Guglielmi (GyT)

AMONESTADOS: Jorge, Amaya (R); Ceballos, Juan Pablo Zárate (GyT)

INCIDENCIA: 48’ST expulsado Franco Amaya (R)

OLA FUTBOL

Martes 19 de marzo de 2013, 08:44