Guaraní A. Franco 2-0 Alumni (VM)
Con goles de Roldán de tiro libre y Gaviglio, Guaraní sacó pasaje a la siguiente ronda tras el triunfo 2-0 ante Alumni
Aquellos fantasmas que los jugadores tildaban de ajenos, esos miedos de los cuales fue prisionero durante gran parte de su estadía en el Argentino A y todo lo malo que tuvo esta nueva etapa en la vida de Guaraní terminaron ayer con el 2 a 0 sobre Alumni de Villa María, por la 5ª fecha de la Reválida, donde zafó del descenso y consiguió el pasaje a la siguiente ronda del certamen.
Cuando hay mucho en juego, la tendencia indica que el pleito se hace desprolijo. Ayer, la primera parte del duelo entre Guaraní y Alumni tuvo momentos de desconexiones, pero todo se fue aclarando con el correr de los minutos.
En un partido de conocidos, Alumni llegó hasta Posadas sabiendo que no debía apurarse si especulaba con buenos resultados. Para ganarle a Guaraní, la desesperación dejó de ser un factor favorable. Es que, desde ya hace varias jornadas, la defensa fue uno de los puntos más altos del conjunto de Bianco. Con Medrano o con Fernández, la línea de cuatro se afianzó bien y, salvo un tiro de Aloy desde afuera del área a los 33’, no hubo peligro para Cosentino, quien tapó ese remate con facilidad.
Ramiro Pereyra fue esta vez uno de los puntos altos a la hora de manejar la pelota, pero Guaraní extrañó a Barinaga a la hora de atacar en profundidad.
Tras pelear más de media hora en el mediocampo, Guaraní se soltó y empezó a tocar para avanzar. Hubo buenas sociedades entre Pereyra, Bonet, Godoy y Ostrowski. La más clara llegó a poco del cierre de la primera etapa, cuando después de una quincena de pases, Bonet definió ancho por milímetros y el entretiempo fue igualado sin goles.
Todo quedó guardado para el complemento, donde sí hubo goles y felicidad. Guaraní aguantó, porque Alumni no se le achicó y cuando fue tomando confianza, se adelantó sin pedir permiso.
Roldán, que en el primer tiempo ya había tenido un tiro libre y lo mandó alto, aprovechó su tercera posibilidad a los 25’ y esta vez sí marcó. Fue el 1-0, justo cuando Alumni se había quedado con 10 por la expulsión de Amarilla, que realizó la falta que derivaría en el gol.
El DT visitante, preso de la situación de su equipo, se vio superado por los nervios, ingresó a la cancha y el árbitro lo expulsó.
Para colmo de males de la visita, sus remates se iban por poco a los costados de Cosentino y los cambios se habían agotado.
Nada pudo hacer Alumni para igualar las acciones. Con uno menos, desesperado, preso de un descenso que podría darse en la siguiente fecha y ya sin margen, dejó su defensa desprotegida, justo cuando Bianco mandó a la cancha a Darío Cardozo y Elián Kopp todavía tenía aire para una corrida más.
A los 44’, Cardozo recuperó, descargó para Kopp, quien cambió de frente y habilitó a Gaviglio, que volvió al gol luego de sus dos conversiones al inicio del torneo.
Fuente: Diario El Territorio
Lunes 08 de abril de 2013, 09:43