Central Cordoba 2-2 Libertad

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Noche de ruido en el Oeste, duelo trascendental, El Ferro debe ganar para seguir en carrera, adelante un duro Libertad.

El local salió apresurado lo que provocó que en los primeros diez naufragara sin rumbo. El medio era tierra visitante y dos pelotas largas encontraron solo a González que no supo definir ante Alcaín.

Central se serenó y logró inclinar la balanza a su favor. A los 21 luego de un excelso tiro libre de Beraldi, Núñez cabeceó sin marcas en el área chica y se fue al costado del caño derecho.

Al instante un cambio de frente de Beraldi se encontró con la derecha de Jara que de aire la remató afuera desde la puerta del área.

En el mejor momento, el mazazo. Libertad recuperó la pelota cuando iban 27, Allende se fue por derecha lanzó un centro pasado y por atrás de todos sin marcas Rinaudo la empujo al gol, 1-0.

Con el empuje de la gente, El Ferroviario fue por un pronto empate. A los 35 lo había tenido Albornoz pero su frentazo se fue cerca del horizontal.

Y dos minutos después Jara tomó el balón en tres cuarto, metió un pase por bajo y en el corazón del área Núñez la desvío para el desahogo, 1-1.

Inspirado por ese cierre, Central salió con furia a jugar el complemento y antes de pasar el segundo minuto, la jugada que cambiaría la noche.

Había entrado Saucedo por Suárez, en la primera que intervino metió un codazo infantil y a jugar la suerte con un hombre menos.

La inferioridad numérica, el tiempo que no se detenía, ese gol que faltaba era entendible por momentos ver a Albornoz de centrodelantero.

Era lluvia de centros sobre la humanidad de Sand que se mostraba intachable en las alturas. A la par de esto, El Tigre de Sunchales replegado, en cada contra hacía merodear fantasmas.

A los 10 Rinaudo sacó una bomba desde media distancia y Alcain se quedó con la pelota. Sobre los 23, Lastra se mandó solo por derecha y a la carrera la tiró por arriba.

El reloj decía que le quedaba un cuarto de hora al sueño, en el medio de la desesperanza, con un ímpetu bárbaro, un nuevo centro dejó tras el despeje a la caprichosa bailando en el área, Núñez la saludó y sacó el latigazo que desató el delirio, 2-1.

Ahora el visitante necesitaba el gol para seguir y el tiempo jugaba a favor de Santiago.

Nadie lo esperaba, cuando la fiesta se armaba, cuando faltaban 4, un centro fácil, Alcaín dudó como en todo el match y no salió, un doble cabezazo dentro el área chica, el segundo de Ceratto casi pisando la línea del delirio, pusó el 2-2.

No hubo momento para la reacción, Beltrame se lo comió solo en el cierre.

Central pagó caro un error individual, la suerte no estuvo de este lado, la noche se hizo grande con nubes que amenazaban lágrimas, hoy los méritos estuvieron para seguir sin embargo el fútbol tiene estas cosas.

Fuente: SomosDeporte.com

Lunes 06 de mayo de 2013, 08:34