Unión V. Krause 3-3 Concepción FC
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Era el partido que debía ganar. Lo tenía. Faltando 45’, Atlético Unión estaba 3-1 arriba y tenía controlado casi todo frente al complicado Concepción de Tucumán que lo había exigido en el arranque.
Había reaccionado el Azul, lo había dado vuelta y parecía que los 3 puntos tenían dueño en Rawson pero en el complemento, Unión se apagó. Se quedó sin luces en el medio, se equivocó mucho atrás y terminó lamentando un 3-3 que tiene todo el olor a una derrota porque restando solamente 6 puntos por jugar, Unión ya no depende de si mismo para llegar a ese segundo lugar en la Zona B. Hay esperanzas pero por las dos caras que mostró el equipo de Cabello, no hay certezas de que la clasificación sea posible. El castigo fue de Unión. Porque tuvo todo para ganarlo y se dejó empatar, sabiendo que era el partido que no debía ni siquiera empatar como para poder acomodarse en las posiciones. Ahora, es tarde para los lamentos pero queda una lucecita y se tiene que aferrar como sea.
El comienzo no fue malo para Unión porque antes de los 5’ ya había creado un par de ocasiones. Primero con Sánchez y después con Herrera. A los 10’ tuvo la más clara con un cabezazo de Herrera que dio en el travesaño y cuyo posterior rebote fue sacado al córner por el arquero Romero. Era todo de Unión. Jugaba más y mejor pero en una contra, Concepción le mostró los dientes y a los 19’ se puso arriba con Alfonso. La respuesta sanjuanina fue inmediata y fulminante porque Molina se iluminó y clavó un golazo para poner el 1-1 parcial. Era otro partido. Unión iba y a los 30’ se cortó la luz en el estadio. Fueron 25’ de parate que sirvieron para que Unión se reacomodara y volviera a full. Tanto que en apenas 6 minutos definió casi todo. Primero con el 2-1 del Bichín Sánchez y luego con el 3-1 de Alan Aciar. Era partido casi liquidado pero vendrían los erráticos 45’ del complemento en el que el Azul se nubló completamente.
Concepción salió decidido al descuento. Lo buscó con enorme convicción y no perdonó ninguno de los errores de Unión. A los 8’. Fernando Robles definió con suerte y complicidad en Carrizo para poner el 2-3 y ahí, se apoderaron de Unión todos los fantasmas. Ya nadie tuvo seguridad, todos entraron en confusión y sin la pelota, fue solamente aguantar y defender hasta que llegó el enésimo error en defensa para que Walter Arrieta apareciera solito en el área chica y definiera poniendo el 3-3 que era castigo.
Se fue expulsado Alan Aciar por doble amarilla y Unión intentó sacudirse en desventaja numérica. No había ya lucidez para poder concretar esos milagros que este Unión ya hizo alguna vez en su estadio. No habían respuestas individuales y colectivas como para cambiar el destino de un partido que parecía ganado, que estaba casi liquidado y que de pronto se convirtió en una enorme pesadilla para todos. Unión lo tuvo y lo dejó escapar. Era el partido que debía ganar y lo terminó empatando cuando menos lo esperaba.
Fuente: Diario de Cuyo
Lunes 13 de mayo de 2013, 08:10
