Sp. Estudiantes (SL) 2 (4) - 2 (1) Sp. Rivadavia (V.Tuerto)

Estudiantes tiene luz verde
El equipo puntano, con dos golazos de Gatto, recién pudo quebrar a Rivadavia en la tanda de penales. Clasificó a semis.
Por Alejandro Magdaleno - DIARIO LA REUBLICA DE SAN LUIS

Si para festejar primero hay que saber sufrir, Estudiantes armó el combo del año entre pena y gloria. Todo pasó en poco más de noventa minutos de fútbol, que tuvieron todos los condimentos que uno pudiese esperar de este bendito juego. Y se destrabó en la odiosa-temida-cruel definición de los penales.
El Verde avanzó a semifinales del Argentino B de AFA, tras vencer en los disparos desde los once metros 4-1 a Rivadavia de Venado Tuerto, con quien empató 2 a 2 en el tiempo regular.
Estudiantes, a diferencia de los últimos dos juegos, se puso el overol. Tuvo que trabajar el partido y, aunque fue quien tomó las riendas, el rival lo obligó a redoblar las coberturas defensivas de los volantes y a la hora de atacar tal vez no tuvo la fluidez de otras tardes-noches.
Pero el equipo de Gerardo Gómez y Juan Carlos Puente fue consistente, paciente y astuto para machacar y desgastar al rival con el juego aéreo ofensivo, donde sacó diferencia. Y cuando el buen equipo de Rivadavia le cerró los caminos buscó por afuera. Y cuando no pudo de arriba ni tampoco por afuera, apareció Nicolás Gatto y dejó en claro por qué es el mejor delantero de los últimos cinco años de los torneos Argentino A y B.
A jugar… Rivadavia empezó con buen pie. Rodrigo Agliere (el Nº10) condujo a su equipo con dinámica y buena lectura de cada acción. Estudiantes contestó con presión, ambición y entrega.
Al visitante se le fue acabando la nafta súper después de los veinte minutos, y el Verde aceleró, envalentonado por una multitud y por que vio que el adversario era peligroso en ataque y tibio en defensa.
Todo lo cercano al gol fue del local. Hasta que a los 46’, y después de la tercera mano en el área (entre los 44’ y los 46’) el árbitro Romero cobró penal. Nico Gatto le dio fuerte, a media altura y a la derecha: Santa Cruz atajó y a los vestuarios.
En los últimos 45 minutos fueron palo y palo hasta los 15’. Un minuto después Gatto giró con pelota dominada, arrastró a su marca y sacó un derechazo criminal que hundió el arco venadense: 1-0.
Sin tiempo a replantear nada, a los 18’, un tiro libre de Lapietra, desde treinta metros y sobre el costado derecho (cerca de los bancos de suplentes) viajó al ángulo derecho de Valentín Brasca como si hubiese surgido del botín de Cafú… no de Lapietra: 1-1.
Poco pasó en adelante. A partir de los 30’ Estudiantes lo fue a apretar arriba, Rivadavia pareció flaquear y a los 38’ Gatto, cual felino del área, armó una chilena formidable que fue junto al parante izquierdo y llenó de gol las gargantas de las seis mil personas que hicieron arder el Coliseo. Era 2-1 y final…
No, final nada. A los 45’ Prioreschi tomó una pelota que Estudiantes perdió en ofensiva, y desde el patio de su casa en Venado sacó una bocha que cayó mortal entre el travesaño y los guantes de Brasca. El 2-2 dejó atónito a todos, entre la admiración, la incredulidad y la inminente llegada de los penales.
Y en la definición, Estudiantes estuvo muy fino, los “palos” jugaron para Brasca (Lapietra y Aglieri dejaron su sello en los parantes) y el Verde está en las semis. Sí, a cuatro partidos del ascenso. “Cada vez falta menos, para que nos volvamos a ver”, le cantan los hinchas del Verde a los del Juve, con el anhelo de romper la apatía que vive nuestro fútbol, más allá del Planeta Xilium

Sábado 01 de junio de 2013, 10:34