Santamarina de Tandil cuenta su version

LA HISTORIA OFICIAL

Seguramente cuando hablamos de fútbol muchas son las cuestiones relacionadas a este juego que hacen a que el mismo sea apasionante, entretenido, intensamente vivido, extremadamente discutido y con detalles que siempre hacen que se crea que la verdad es patrimonio de ambos oponentes a la hora del análisis.

Por Juan Casero

Que el fútbol esta cuestionado en todos sus ámbitos es una realidad, sin embargo hacer lecturas de atropellos programados, encuentros o árbitros comprados con tanta liviandad, lleva al menos al análisis y la autocrítica de quienes a través de una pluma pueden generar violencia negando la verdad.

En principio Racing de Olavarría, sus seguidores y algunos más deben ser honestos y saber que anoche en el San Martín de Tandil, el “chaira” no logró llevarse nada por mérito propio. Sus carencias, evidenciadas cuando Santamarina, a pesar de no tener una buena noche, jugó al fútbol, volvieron a ser demasiado para un club que no logra reponerse, casi inconscientemente, de las dos chances de pelear el ascenso de las que fue privado consecutivamente por el aurinegro , en sendas temporadas pasadas del torneo Argentino.

En la fría noche del lunes, en un partido sin público visitante, sin hostilidad y con arbitraje que hasta el 2 a 1, a favor de Racing no tenia objeciones, salvo una, la terrible patada de expulsión de Teijo a Gimenez, que el juez Presa interpretó para amarilla y que debería haber dejado al “chaira” con uno menos a la media hora del primer tiempo; la cuestión futbolística pasaba solo por los yerros del local que le posibilitaron a Racing estar en ganancia.

El único mérito del visitante fue capitalizar un error, el del primer gol, y luego gozar de un rebote fortuito para ponerse arriba de nuevo en el marcador. Pero futbolísticamente nada, mediocridad propia de un equipo que está en formación.

Se veía venir lo que finalmente pasó ya que Santamarina, sin lucir, fue a buscarlo y lo ganó merecidamente.

Al margen del resultado lo que resulta poco digerible es lo que pasó después del partido y como se trata de desvirtuar la realidad.

Desde hace muchos años y a raíz de diferentes inconvenientes entre jugadores; la “famosa” salida olímpica a la cancha o sea los dos equipos por el mismo lugar, en Tandil dejó de ser posible.

Es por eso que tanto el local como el visitante salen y se van del reducto por distintos lugares.

Ahora uno se pregunta; si solo había policía y seguridad privada en la zona del ingreso al vestuario de Racing porque hubo problemas ¿??.

Es fácil llegar a la verdad. Hubo problemas por la irresponsabilidad del arquero Martín Mocoroa, quien seguramente indignado por los dos goles que regaló (el segundo y el cuarto), intentó desquitarse con cualquiera e increpó a un seguridad del estadio.

La irresponsabilidad del golero hizo que sus compañeros, los más indignados por la derrota inobjetable de un equipo superior como Santamarina, se sumaran al descontrol rompiendo grifería y elementos del vestuario. Una vieja costumbre de Racing; que aun debe el pago de las roturas de su último paso por Tandil y de algún otro ya que es un fiel hábito hacer destrozos cuando pierden este tipo de clásicos tan importantes en la zona.

A pesar de no haber tenido enfrente a Martín Michel, su karma, Racing volvió a caer ante su clásico rival y buscó por fuera de sus limitaciones y sus pocos recursos futbolísticos la explicación a la derrota.

Intentaron culpar a Federico Presa por no cobrar una falta que no existió sobre Ordozgoyti , quien además pareció llevársela con la mano en la jugada que terminó con el diminuto jugador caído dentro del área.

En fin, Racing de Olavarría, su gente y los demás deberían recordar lo sucedido en su estadio antes de hablar de una mentirosa impunidad sobre el equipo tandilense.

Hay veces que es doloroso perder y más cuando es contra un clásico rival que en las últimas temporadas los ha despojado de sus sueños de ascenso pero no es bueno escupir para arriba, como dice el dicho, ya que el escupitajo muchas veces puede caernos sobre la cabeza.

Bien valdría recordar muchas jugadas polémicas y arbitrajes que en Olavarría han tenido noches mucho más complicadas y cuestionadas que la de Presa en su paso por Tandil.

Finalmente y gracias al golero Mocoroa, quien fue responsable directo de la victoria aurinegra y de los disturbios que el mismo protagonizó, la delegación se fue de Tandil a las 2 AM, cuando el irascible “1” recuperó la libertad.-

Martes 27 de agosto de 2013, 23:40