Ortega hizo el primer regalo para el centenario
Ferro presentó al plantel que jugará el torneo del Consejo Federal con la presencia estelar del jujeño, ante una concurrencia cercana a las dos mil personas.
Daniel Lovano / elpopular.com.ar
Fotos: Carlos Ramírez
A las 21.04, cuando el frío inclemente había ya desplobado las tribunas del viejo estadio carbonero, el "Burrito" Ortega levantó los brazos, saludó a los cuatro costados, le dejó su lugar en el cancha al hijo de "Tito" Alonso (celebridad si las hubo en ese escenario) y detrás de sí dejó dos penales ejecutados con maestría, un tiro libre mágico, algunos pases de cirujano y el amor incondicional de la gente de River.
Una concurrencia cercana a las 2000 personas (número que produjo una mueca de disgusto indisimulable entre los organizadores) se plantó desde temprano a un lado de las vías para tributarte otro homenaje al último ídolo "millonario" y a uno de los mayores fieles del culto a la gambeta.
La jornada arrancó con un partido entre los equipos de la categoría 2001 de Ferro y River (con la atractiva presencia de Pedrito De la Vega y Tomás Ortega) y siguió con una exhibición de fútbol free style del lomanengrense Trinchín.
Cerca de las 20, tras la presentación del plantel de Ferro que dentro de una semana empezará a transitar por los cambios del Argentino B, hizo su esperada aparición el jujeño para el equipo blanco, que compartió con Biscardi, Cañón, Fayart, Di Pangrazio, Alexis Schwindt; Valli, Wonner, Hugo Janson; el Pampa Biaggio y Piecenti.
Del otro lado, con la camiseta alternativa de Ferro (negra, con ribetes celestes), Gabriel Senzacqua; Nico Di Bello, Morales Páez, Salías, Alan Benítez; Sebastián Alonso, Frías, Gargaglione, José Luis Vivas; Cioffi y Avilés.
Pasaron los primeros minutos y desde la platea los orteguistas empezaron a pedir con insistencia que la pelota pase exclusivamente por los pies de su ídolo. Los cantos bajaban todos desde la tribuna norte, algunas alusiones clásicas a los primos bosteros, con varias inoportunas y desubicadas menciones discriminatorias.
En una proyección de Schwindt, Ortega se fastidió porque el pibe no le pasó la pelota. Corrió a un rival, se la quitó, sacó un par de sus conocidos quiebres de cintura, asistió al "Pampa" Biaggio, y desde la izquierda metió una emboquillada genial, que cayó detras del cuerpo de Senzacqua.
Pero la gente esperaba el gol de Ortega y casi llegó rápido. Se hamacó en la medialuna, sacó el puntazo, Senzacqua controló con dificultad y con una sonrisa levantó la mano a la concurrencia, después de escuchar el pedido enfático que bajó como un puñal desde la platea. "Dejala pasar, amargo, que vinimos a ver un gol de Ortega".
Ese gol llegó antes del descanso (se jugó un tiempo de 30' y el segundo de 23'), cuando Fayart - Morales Páez hicieron una puesta en escena en el área de los de negro que terminó en penal, y Ortega la puso contra un palo.
El descanso fue larguísimo, sesión interminable de fotos y autógrafos dentro del vestuario local, incluyó la entrega en el campo de juego de un decreto municipal de manos del intendente Eseverri, por el que se lo reconoció como "ciudadano ilustre", mientras la poca afortunada locución del estadio lanzaba una mención acerca del Frente Renovador, el candidato a primer concejal Eduardo Rodríguez y otras innecesarias cuestiones proselitistas.
Como estaba previsto, Ortega y el Pampa Biaggio pasaron del otro lado, y los azules mutaron su camiseta por la celeste y blanca que se hará oficial desde el domingo que viene, en la cancha de Náutico Hacoaj.
Llegó otro gol de penal de Ortega al arquerito Biscardi, el tercero Longhini para los blancos, un tiro libre genial del jujeño al ángulo que cubría la barrera, otro del "Pampa" y el último de Juani Barbieri para un 4-3 anecdótico, cuando la cancha estaba plagada de chicos del club, que algún día podrán contar a sus nietos que una helada noche de septiembre tiraron paredes en la cancha de Ferro con el gran "Burrito" Ortega.
Fuente: foto y texto: http://deportes.elpopular.com.ar
Domingo 15 de septiembre de 2013, 09:31
