Ferro C. Oeste 0 - Olimpo B. Blanca 0
Mientras intentan construir una identidad de juego tras la pretemporada, Ferro y Olimpo dieron poco y nada en el 0-0. Para destacar, la seguridad de sus arqueros.
Hay una reconstrucción en marcha, pero por lo pronto las obras están en pañales y lo que abundan son los escombros. Así se mostraron Ferro y Olimpo en un 0-0 en el que los encargados de levantar paredes brillaron por su ausencia y los únicos obreros que se pusieron el casco fueron los que cuidaron los tres parantes. Porque las pocas veces que les tiraron cascotes, Jorge Carranza y Nereo Champagne supieron agarrarlos a tiempo y mantuvieron en pie esas estructuras que parecían tambalerar. Más allá de esas actuaciones, lo cierto es que ambos necesitarán agarrar rápido el fratacho y meterle duro al revoque fino para comenzar así a darles terminaciones de calidad a sus equipos, los mismos que el lunes tuvieron las persianas bajas. Cerrado por reformas.
Excusas habrá de sobra. Que no llegó ese “jugador distinto” para conducir la tropa, que la cancha no estaba en sus mejores condiciones, que esto recién empieza y que hay que seguir puliendo varias cuestiones. A Oeste le pueden encajar algunos de esos pretextos para sostener la carencia de juego que mostró el lunes. Es cierto, le falta ese nexo de creación, pero quiso suplantarlo con bochazo largo cuando las líneas quedaban demasiado separadas. Error. Porque ante ese panorama el que salió favorecido era Furios y compañía. Para colmo, el doble cinco no le funcionó y pagó cara la inexperiencia por su banda derecha, ante un Joel Amoroso al que le gusta encarar pero que todavía no tiene incorporado el chip de la recuperación. O un Vera Oviedo al que le ganaron varias veces la espalda y lo desbordaron. Lo bueno es que atrás tuvo a Montagnoli firme y a Jorge Carranza muy seguro para taparle un mano a mano a Nahuel Benítez y otro a Emmanuel Martínez.
Así y todo, el local fue más en el PT, a lo que el de Bahía tomó debida nota y volvió al campo con otra actitud. Le ganó el medio, fue más práctico en la descarga y de contra pudo lastimar. Pero no logró ser punzante. Su rival tampoco, y para colmo cada vez que probó, se topó con una buena tarde de su ex. Claro, porque Champagne mandó por arriba un par de centros cerrados que iban adentro, le contuvo un remate a Correa y se la sacó del buche al ingresado Sara en el final. En definitiva, algún golcito no hubiese estado mal. Un poco de buen fútbol, tampoco...
DIARIO OLE
Martes 14 de agosto de 2012, 15:44