Los goles fueron anotados por Ramiro Formigo en el primer tiempo, Alexis Ramos y Matías Ragusa en el segundo, dejando bien en claro las diferencias futbolísticas entre uno y otro que también están en la tabla de posiciones.

El arranque del mismo se dio como pasa en la mayoría de los casos. Jorge Ross trató de ser protagonista, empujó a Ferro hacia su arco y le costó al equipo pampeano acomodarse en el campo de juego, algo que también es una constante en el equipo de Priseajniuc.

A tal punto se apoderó de Ferro el nerviosismo que llevó a que el técnico de los piquenses sea expulsado cuando no había pasado ni el primer cuarto de hora.

Pero Ferro, como también hemos visto en la mayoría de los partidos, se mostró contundente en el arco de enfrente y, en la primera que tuvo para definir, lo hizo. Fue a través de una jugada con pelota parada, donde el centro de Hermida lo fue a buscar muy bien Martín Bidal sobre el primer palo, llegó a ganarle a los defensores cordobeses pero la pelota siguió medianamente su recorrido permitiéndole a Ramiro Formigo aparecer por el segundo palo y mandar la pelota a la red.

El gol pegó muy fuerte en los dos lados. Jorge Ross mostró como una rápida resignación ante la adversidad y Ferro se enchufó, especialmente en el ataque donde fue muy práctico para contragolpear estando en más de una oportunidad con chances de llegar a ampliar la diferencia.

Después, el calor y también la pérdida de precisión en el manejo del balón, tanto de Jorge Ross como de Ferro, hicieron que el partido se haga desprolijo, feo, donde también hizo lo suyo un estado del campo de juego con lugares malos para que pudiera circular bien el balón.

De esa forma el partido entró en su último cuarto de hora de esa etapa inicial, donde Ferro volvió a tener una chance final en los pies de Mauri, que aprovechó una pelota robada sobre el sector izquierdo, en la línea de volantes, se fue en búsqueda de Belduzzi pero no tuvo la suficiente capacidad o precisión goleadora para aprovechar una gran chance de poner el segundo de Ferro.

Así se murió el primer tiempo, con Ferro ganando con tranquilidad y con pasajes de un fútbol tan práctico como sólido ante un rival que trató de ir siempre buscando el arco de Botto que, cuando lo llamaron a trabajar, mostró su capacidad para tapar remates rivales como el de Santillán, abajo sobre el palo izquierdo, que terminó siendo la última anotación importante del primer tiempo.

El arranque del segundo tiempo se dio con alguna variante en el local que apuntaba a tener un peso ofensivo más significativo que lo visto en la primera mitad.

Pero Ferro, con una confianza que dan los resultados pero también el gran trabajo que están haciendo plantel y cuerpo técnico, esperó una nueva oportunidad y así la aprovechó a pleno sobre los 7 minutos de ese complemento cuando la conducción futbolística de Juan Mauri le permitió armar una jugada colectiva que terminó con otro gol de Alexis Ramos, el artillero verde que siempre se las ingenia para decir presente en el marcador verde.

El golpe fue muy duro para el dueño de casa. Ferro se terminó de acomodar en defensa, lo que complicó aún más las aspiraciones cordobesas.

En ese trabajo fue notable lo que le dio Mauri al juego verde, ayudado por un gran despliegue de Formigo, Bazán y compañía; que recuperaron pelotas en el medio y también metieron contras agarrando muy mal parada a la defensa cordobesa.

Así siempre estuvo Ferro de algún otro gol que Jorge Ross del descuento. Y eso terminó siendo así, ya que a los 32 minutos selló esta historia con un remate de Matías Ragusa, que había ingresado minutos antes en reemplazo de Ramos, y con un disparo por sobre la humanidad del arquero local para una gran definición que desató el festejo seguro del equipo pampeano a menos de 15 minutos del final.

De esa forma Ferro se llevó tres puntos que no hacen más que confirmar que, hoy por hoy, Ferro de Pico es el mejor equipo que tiene la Zona 10 del Argentino “B”. La tabla decididamente no miente.