Atlético venció a San Martín por 3 a 1
Adentrarse en terrenos hostiles donde habita el enemigo de toda la vida tiene su castigo: la derrota. Ni Atlético ni San Martín han podido exorcizar sus almas cuando asoman la cabeza por la ventana del otro. Es un karma y una realidad que persigue a ambos desde hace casi 15 años. Una eternidad.
Ayer no fue le excepción, aunque pudo haberla sido si los “santos” hubieran hecho uso de las oportunidades celestiales que tocaron su puerta. Les dio vía libre comobondi lleno y se fue padeciendo las llamas de un infierno.
Dominador por naturaleza, Atlético firmó con sangre un triunfo sabrosísimo. Empezó mejor, pero después tropezó culpa de dos imperfecciones con destino de gol. En una, Serrano perdonó. Tropezó cuando tuvo el tiempo para comprar el rechazo corto de Lucchetti al intento de gol olímpico de Becica. En la otra, “Chopy” castigó con un cabezazo perfecto las profundidades de la red de “Laucha”. Falló la cobertura de pelota quieta y adiós, muchachos, a cobrar.
El resultado era justo, sin embargo, la justicia equipara sus cargas con actitud. Y si algo le sobró al local fueron intenciones. “Bebé” Acosta, otra vez la manija, sorprendió con una pase plano, y Montiglio con su reacción. Pave tumbó a “Monti”. Penal y debut de Píriz Alves con la camiseta de Atlético. Gol, justo a los 45’.
La película volvió a repetirse en el complemento. Atlético fue amplio dominador del balón; lo embargó. Pero San Martín dispuso de una clarísima que Méndez mandó a Vietnam (slalom y tiro en el palo de Chacana) y su suerte dijo basta.
En los últimos 15’, Romat se transformó en “Señor Gambeta”. Metió un sablazo cruzado imposible de atajar. Tremenda fantasía del “Samurai”, que incluyó amagues, pausa y una definición notable. Había más en el tintero. Longo se bancó el topetazo de Cáceres y después mató a Seri con un taco de antología. Llegó el pase de la muerte y la definición al ángulo de “Bebé”. La casa jugó como banca y la visita como punto. San Martín caminó al infierno y Atlético, que lo rozó, se subió al cielo.
Lo malo
Flojo Atlético en la pelota parada. Cada centro de Becica viajó con un suspiro. Y flojo de lo de la zaga de San Martín. Los rapiditos del “decano” los dejaron mal parado.
Lo bueno
La diferencia entre uno y otro la pusieron las individualidades. Acosta y Romat, además de sus golazos, cerraron sus sectores y dinamitaron el de San Martín.
La Gaceta Tucumán
Lunes 20 de enero de 2014, 15:02