Tiro Federal (Rosario) 3 - 0 Central Norte (Salta)
Central Norte perdió por goleada ante Tiro Federal y oscurece su panorama
Cayó ante un rival demoledor que lo superó en toda la cancha. Si Gimnasia y Tiro y Chaco For Ever ganan sus encuentros, el cuervo quedará último.
Central Norte está para el cachetazo y el receso parece haberle hecho involucionar. Ayer recibió una nueva paliza, de esas que ya se acostumbró a recibir fuera de Salta. Esta vezfue en Rosario y en manos de un solvente y práctico Tiro Federal, que lo goleó 3 a 0 brindándole una lección táctica y futbolística y empujándolo a la zona del abismo, allá donde los más irregulares se baten por eludir el descenso, aquel monstruo con el que deberá luchar hasta el final, ya sin aspiraciones de pelear por otra cosa.
El cuervo fue una sombra en la cálida mañana rosarina y se dejó "madrugar" siempre. Y nada sirve como excusa: ni el horario (se jugó a las 9), ni el árbitro (en la semana la dirigencia recusó a Juan Marconi, le dieron la derecha y dirigió a Ascenzi). Central jugó decididamente mal y un gol en forma de puñalada bastó para desmoronar anímicamente la es tructura y terminar vapuleado y con
dos heridas más adentro de su propio arco. Un cabezazo sin dirección de Aguirre (30’) y un yerro de Perillo (luchó muy solo) fueron los únicos intentos de un tibio Central en el primer tiempo, cuando todavía el
dominio del local no era tan intenso.
Luego, en el complemento, los tirolenses salieron decididos a "comerse" al cuervo. La visita le cedió la pelota y perdió el control. Con un solo
volante central (Zbrun), a Tiro le bastó para adueñarse del mediocampo, de la pelota y de las acciones.
Y la peor versión de la defensa azabache se vio en esos 45 minutos finales: los dos centrales, Aguirre y Armella,
se preocuparon más por sujetar a Armani y descuidaron a Galvaliz -la figura- y a Milton Zárate. Ambos hicieron de las suyas. Mientras, los laterales cuervos naufragaban en la intrascendencia, sobre todo Giménez.
Tiro Federal tuvo en el complemento la profundidad y la practicidad de la que adolecieron en el primero: a los 5’ capitalizó una infracción a Armani y Zárate la clavó en el
ángulo de tiro libre: 1 a 0. De ahí en más, lo del tigre fue un monólogo. A los 15’. Zárate habilitó en profundi
dad a Galvaliz, que definió en soledad. Era el segundo golpe para un cuervo que terminó de desmoronar se anímicamente en minutos.
Con el ingreso de Meza, el local armó un cerrojo infranqueable que el cuervo nunca pudo abrir. Y en cada contra quedaba desintegrado. Así, casi en el
final, Aguirre derribó a Angulo en el área y Zárate cambió penal por gol.
Juan Iturre, especial para El Tribuno
Domingo 09 de febrero de 2014, 23:04