Douglas Haig 2 - 0 Unión (Santa Fe)
El Salvador
Como frente a Brown de Adrogué en la primera ronda, Aubone-el día de su cumpleaños- saltó desde el banco y cerca del final abrió el camino de Douglas-el otro fue de Mazza- para lograr una victoria inmensa ante Unión de Santa Fe por 2 a 0, que le permite salir momentáneamente del descenso. Con el “tano” Pasini en la platea, como posible sucesor de Quiroz, el rojinegro puso el corazón en cada pelota, y se quedó con un triunfo tremendo, y de yapa, convirtió más de un gol tras 36 fechas.
Así, con ese ímpetu, dejando el alma, jugando mal en gran parte del partido, pero con un amor propio inclaudicable, sin entregarse jamás, aún en los minutos finales, le dio su premio a un Douglas, que este martes por la tarde derrotó en su terreno a un gigante del interior como Unión de Santa Fe.
Sin embargo, y más allá de las falencias marcadas, el equipo que fue dirigido por la dupla interina, Molinari-Herrón, aprendió de memoria los ingredientes de la receta a utilizar si pretende quedarse en la categoría, y eso envalentona todavía más el éxito, porque al que se venció no es cualquiera, sino uno que se armó con otras intenciones.
Tras un fin de semana tumultuoso, con la renuncia de Fernando Quiroz como entrenador, debido al agravamiento del dolor de su hernia de disco, de la cual deberá operarse de inmediato, lo que derivó en un sinfín de posibles reemplazantes en las horas anteriores-el potencial sucesor, Salvador Pasini, estuvo en la platea-, el rojinegro salió a disputar un cotejo clave.
Y en ese contexto, a pesar de no contar con una cabeza que dirija desde afuera, el plantel trató de disimular cualquier desperfecto con algo tan simple, pero que a veces se torna harto complicado de conseguir, que son las ganas.
Esas que el “Milan de Pergamino” demostró para suplir sus limitaciones para jugar y generar, sobre todo de mitad de cancha hacia adelante, donde hilvanar una acción colectiva fue prácticamente imposible.
Si bien en defensa el local no pasó zozobras, por la seguridad de Fleitas, Gioda y Quintana, más la firmeza de Senegalles para marcar y escalar, sumado al despliegue y el quite de los volantes centrales, Levato y Rodríguez-gran aparición-, la cuota pendiente se vio en la faceta ofensiva, ya que Etevenaux y Cisterna se mostraron imprecisos con la pelota, y además Mazza y Cuevas fueron bien tomados por la última línea visitante.
Del lado del “Tatengue”, poquito. Salvo algunos destellos de Aleman, que con su dotada técnica complicó al dueño de casa, los demás no acompañaron. Gagliardi estuvo atado, casi sin participación, y los delanteros, Salinas-debió salir a los 28´ lesionado por Altamirano- y Magnín no aportaron en ataque.
Igualmente, el match se fue trasladando a la fricción y la desprolijidad, elementos que no favorecieron a ninguno, porque las opciones de peligro nunca llegaron, con la excepción de un tiro de Fleitas, que encontró una bola perdida en el área chica y la mandó por sobre el travesaño.
En la segunda parte, el encuentro fue decayendo más en nivel, por lo que el desarrollo pasó a ser chato, deslucido, y aburrido, aunque con algunas aproximaciones a los arcos, y emociones cerca del cierre.
Con los juveniles Altamirano y Magnín en la delantera, con un apático García, el intrascendente Gagliardi, y a esa altura con Aleman extenuado, los de Madelón no arriesgaron demasiado, y empezaron a mirar la unidad con cariño.
Del otro banco, Molinari y Herrón lo buscaron con las modificaciones. Defrancesco suplió a Cuevas, posteriormente Passaglia a Cisterna para llevar el esférico, y después Aubone por Etevenaux, pasando a colocar tres arriba.
No fue la solución. La única llegada fue de Mazza, que le dio fuerte y la mandó encima del horizontal, pero después fue todo empuje, garra, desorden, y corazón, para acorralar a los santafesinos contra su área, algo que consiguió en algunos segmentos.
A los 34´ ocurrió una jugada determinante. Gagliardi quedó cara a cara con Olivero y el colonense le tapó la definición, y en la contra, Aubone recorrió casi 50 metros con la bocha en los pies, y al llegar a la medialuna, previa pared con Defrancesco, sacó un remate bajo, esquinado, que se tornó inatajable para Castro, para poner el 1 a 0 en los de calle San Nicolás 44, y así repetir la historia de la ronda inicial versus Brown de Adrogué, cuando el sanjuanino se convirtió en héroe.
A partir de allí, los albirrojos se abrieron. Jugados, pusieron mucha gente en campo contrario, y quedaron expuestos para el contragolpe, en el cual lo desperdiciaron en Douglas Defrancesco a los 46´ y Levato en la siguiente.
No obstante, en el epílogo, y casi sin tiempo, Mazza recibió del ex Boca y se puso cara a cara con Castro entrando por la izquierda, y tocó al ras del piso, para estampar el 2 a 0 definitivo en el Miguel Morales, que deliró como nunca un triunfo inolvidable, por la magnitud del rival, el momento del grupo en cuanto al cuerpo técnico, y lo reñido de la contienda.
Pero la mayor alegría radica en salir nuevamente de la zona dramática del descenso, estirar la racha sin caídas en su reducto a 11, y como si fuera poco, haber convertido más de un tanto después de 36 fechas, herramientas que hacen creer en la salvación.
Síntesis:
Douglas: Olivero; Fleitas, Gioda, Quintana, Senegalles; Etevenaux, Levato, Rodríguez, Cisterna; Mazza y Cuevas. DT: Javier Molinari-Mariano Herrón. Suplentes: Álvarez, Stele, Jaime y Orfano.
Unión SF: Castro; Vella, Gerlo, Sánchez, Evangelista; Gagliardi, Bruna, Aleman, García; Magnín y Salinas. DT: Leonardo Madelón. Suplentes: Arce, Maidana, Brítez y Moreno.
Cambios: Defrancesco, Passaglia y Aubone, por Cuevas, Cisterna y Etevenaux (DH). Altamirano, Martínez y Rivas, por Salinas, García, y Magnín (U).
Amonestados: Rodríguez, Cisterna, Defrancesco y Aubone (DH). Vella, Gagliardi y Aleman (U).
Goles: ST 34´ Aubone (DH), 48´ Mazza (DH).
Árbitro: Ariel Penel, de Avellaneda.
Cancha: Miguel Morales.
Agradecimientos: Hugo y Judi Marina, y Fernando Bonacalza.
FUENTE: www.lagloriaodevoto.com.ar
Miércoles 26 de febrero de 2014, 08:16