Atlético Tucumán 1 - 1 Defensa y Justicia
Empate con título de castigo
Atlético perdió intensidad ante un Defensa que, de no ser por Lucchetti, pudo haber ganado. Calificá a los jugadores
ENGANCHE FURIOSO. Bazán le amaga a Fernández, que luego verá cómo el remate del riojano impacta en su pierna izquierda y descoloca a su arquero Pellegrino. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
lnoli@lagaceta.com.ar - LeoNoli - DIARIO LA GACETA
Se fue la fecha 26 con la sensación de haber sido una de las más bravas del torneo para Atlético. Pasó Defensa por el Monumental y el visitante volverá a Florencio Varela sintiendo que no hubo justicia en el duelo de anoche. ¿Jugó mejor? Sí. ¿Mereció mejor suerte que el 1-1 final? Sí.
Y si el “halcón” no le invadió por completo el nido al “decano” fue por obra y gracia de un Lucchetti devenido en hacedor de milagros, pero también en verdugo para sus adentros. La única pelota, quizás sencilla, que no pudo amortiguar y detener de media distancia murió en el pie de Triverio y esta pasó a dormir en la red de un “Laucha” enorme, dueño de tantas atajadas geniales dignas de entrar en un top 5 anual.
Lucchetti fue el sustento emocional del hincha, el aval económico de un equipo que entró a la cancha tan gigante como lo fue en casa de Independiente, pero que a su vez fue encogiéndose a medida que la visita entendió cuál era su manera de jugar. Hubo una gran diferencia táctica y técnica entre uno y otro. Defensa fue un conjunto, Atlético un desmán, de a ratos.
Lo mejor se vio en el primer tiempo, ahorcando al escolta de Banfield y obligándolo a revolear la pelota a cualquier lado. Presionó el “decano” a Defensa; lo incomodó, pero no lo lastimó y después empezó a regalarle centímetros vitales en la pizarra.
En un acto de ida y vuelta, Bustamante tuvo la mejor, con un disparo en el palo. También surgió Barrado, que pudo quebrar a Pellegrino, aunque su cabezazo se fue diciéndole adiós al palo derecho.
Por actitud e intención, el partido merecía un gol. Atlético lo encontró al minuto del complemento tras un buen pase de Rodríguez a Bazán. El petiso le amagó bien a Fernández y a Acevedo y disparó con tanta fortuna (aquí sí colaboró) que la bocha rozó en Fernández y se le coló a Pellegrino por arriba.
Defensa no se rindió; despertó y llegó a incomodar tanto a Atlético que Lucchetti debió estirar las manos varias veces. Lástima el gol de Triverio, un castigo a su gran labor. También fue un castigo para Atlético, que en vez de apretar siendo ganador se nubló tirando pelotazos a la nada y corriendo de atrás constantemente a un Defensa que nunca dejó de pisar el acelerador.
Martes 04 de marzo de 2014, 01:51