Douglas Haig 3 - 0 Almirante Brown (IC)

De última generación, moderna, e innovadora. Así fue la producción de este Douglas made in Andrés Guglielminpietro, que ya demostró su mano en el equipo, pero no sólo este domingo en el Miguel Morales, sino además en el anterior compromiso en Adrogué.

 

El rojinegro fue agresivo, atacó la mayoría del tiempo a su rival, lo presionó, le quitó la pelota, e hizo con él lo que quiso, más allá de los tantos que le propinó. Pero sobre todo, este team del Guly corrigió un elemento no menor, como la concentración, algo tan complicado de conseguir en el fútbol.

 

La cancha rápida ayudó, es una gran realidad. Desde el mediodía Pergamino presentó un clima de lluvias y tormentas, el que acompañó gran parte del primer período, aunque esa no fue la verdadera causa por la que el dueño de casa anuló del terreno a su adversario.

 

El ex ayudante de campo de Simeone y Vivas, metió cambios en el once y modificó la estructura. Colocó a Rodríguez en la mitad para generar más contención y equilibrio, pero liberó a Etevenaux, a quien ubicó decididamente como punta, cerca de Mazza y Cuevas, y en la rapidez del “Polaco” y la actuación superlativa del ex River Plate estuvo la respuesta a semejante performance colectiva.

 

La defensa se mostró sólida y con suprema seguridad, a pesar de no mandar tanto al ataque a sus laterales. El medio supo entender los momentos para correr y quitar, y con la bola en los pies cuando mirar el arco de enfrente. Y los delanteros, con constante movilidad fueron una pesadilla para la última línea de la “Fragata”.

 

Del otro lado, la cirugía mayor que buscó hacer Rivoira no surgió efecto. Los interlocutores adentro no captaron el mensaje de afuera, y salvo algunas pinceladas de Álvarez en el mediocampo, y el esfuerzo de Pereyra arriba, el resto flojito. Sin embargo, su DT sacó a aquellos en el entretiempo.

 

Mazza estuvo imparable. Se tiró a atrás para tomar contacto con el balón, y con su velocidad para girar y encarar, se tornó imposible de marcar para Ibars y Carballo, los centrales de la visita, y por él llegaron las situaciones más nítidas, y hasta incluso los goles.

 

En los 29´, y luego de ganar los volantes ampliamente la batalla táctica, Pablo giró en el círculo central y se dirigió raudamente por el centro a la valla defendida por Dobler, y antes de la salida del último hombre, abrió para Cuevas en la izquierda, quien definió con certeza al palo zurdo del uno, que se estiró pero no llegó, y la historia 1 a 0.

 

El mérito del “Milan pergaminense” también se basó en que no fue conformista, y entendió que la mejor receta para vulnerar a un oponente débil, fue continuar lastimando. Y a los 32´ Dobler evitó la segunda caída en dos veces, porque primero se lo tapó a Etevenaux, y en el rebote se lo birló a Cuevas, ya presto para empujarla a la red.

 

No obstante, a esa falta de reacción del “Mirasol” el local no la perdonó, y en los 37´ casi que sentenció el resultado, en el instante en que otra vez Mazza condujo el avance, cedió a Etevenaux, y éste con un amague previo que hizo pasar de largo a Olivera, disparó para poner el 2 a 0.

 

Para la segunda etapa, el “Chulo”, que fue expulsado en la inicial, quiso torcer el rumbo con los ingresos de Nadaya y Fagundez Fernández por Álvarez y Pereyra, los únicos dos que intentaron algo en los del conurbano bonaerense.

 

Fue en vano, ya que la superioridad de los de Guglielminpietro fue tan amplia, que Olivero casi no pasó sobresaltos, excepto de un remate de afuera de Grahl que no se fue tan lejos, y una mediavuelta de Fagundez Fernández que llamó la atención.

 

Con espacios para el contragolpe, Cuevas pudo haber aumentado a los 19´. El “Tanque” corrió varios metros con el esférico, y cara a cara con Dobler su tiro fue tapado por el golero, situación similar a la de Mazza, que tres minutos posterior a eso, se la sacaron en la raya entre Ibars y Garré. Y tras ello, Etevenaux, a la salida de un córner, en una jugada preparada, reventó el travesaño don un derechazo potente.

 

Ya con Passaglia en el rectángulo supliendo a Rodríguez, los de calle San Nicolás 44 siguieron mitigando en pos de conseguir más gritos, hasta que a los 25´, luego de que el ex Defensores de Villa Ramallo mandara una comba hacia atrás, y de esa forma el ex goleador de Belgrano estableció con un toque sutil el 3 a 0 definitivo.

 

Todo lo que restó para el cierre fue de más. Como una síntesis de la impotencia por la crisis que atraviesa su elenco, Nadaya le aplicó una innecesaria y brusca patada a Etevenaux, y Pompei le mostró la roja, en tanto que el DT nicoleño movió el banco para reemplazar a Cuevas por Aubone, y más tarde a Ponce por Etevenaux.

 

Fue el mejor trabajo de Douglas en meses. Con buen juego, ideas e intencionalidad claras pergeñadas por el cuerpo técnico, y los intérpretes necesarios para ejecutar el plan, el rojinegro logró tres unidades indispensables en su lucha por permanecer, metió una tripleta de concreciones después de 43 partidos, y estiró su racha invicta en su reducto a 12 sin caídas. Por eso, la empresa camina.

 

Síntesis:

 

Douglas: Olivero; Fleitas, Gioda, Quintana, Senegalles; Rodríguez, Mozzo, Levato; Etevenaux, Cuevas y Mazza. DT: Andrés Guglielminpietro. Suplentes: Álvarez, Stele, Cisterna y Defrancesco.

 

Almirante Brown: Dobler; Olivera, Ibars, Carballo, Garré; Canelo, Meza Sánchez, Álvarez, Grahl; Figueroa y Pereyra. DT: Héctor Rivoira. Suplentes: Cacace, Aillapán, Marrone y Basualdo.

 

Cambios: Passaglia, Aubone y Ponce, por Rodríguez, Cuevas y Etevenaux (DH). Nadaya, Fagundez Fernández y Ceballos, por Álvarez, Pereyra y Figueroa (AB).

Amonestados: Senegalles y Rodríguez (DH). Olivera, Ibars y Fagundez Fernández (AB).

 

Expulsado: ST 32´ Nadaya (AB).

 

Goles: PT 29´ Cuevas (DH), 37´ Etevenaux (DH). ST 25´ Cuevas (DH).

 

Árbitro: Juan Pablo Pompei, de Olavarría.

 

Cancha: Miguel Morales.

 

Agradecimiento: Hugo Marina.