Colón de Santa Fe descendió al Nacional B
LA PELEÓ HASTA EL FINAL...
Tras 19 años consecutivos en Primera división, el rojinegro perdió la categoría al caer 1 a 0 ante Atlético Rafaela en el partido desempate jugado en la cancha de Rosario Central. El único gol lo marcó Rodrigo Depetris a los 11 minutos del segundo tiempo.
Fotos: Mauricio Garín
DIARIO EL LITORAL DE SANTA FE
Colón perdió esta tarde ante Atlético Rafaela y se fue al Nacional B. Cayó 1 a 0 en el encuentro desempate disputado en la cancha de Rosario Central. Era una final a todo o nada: el que ganaba se quedaba en Primera, el que perdía se iba al descenso, y le tocó a Colón.
En un encuentro que se disputó como una verdadera final, Rodrigo Depetris a los 11 minutos del complemento marcó el único gol.
En los primeros 15 minutos de juego se vio nuevamente al Colón de las primeras fechas del torneo: ordenado y combativo, esperando en su campo cuando no tenía la pelota y saliendo rápido cuando la recuperaba, tarea en la que se lució Carlos Luque, que complicó mucho por la banda izquierda.
En ese lapso de juego no hubo situaciones de gol, y si bien los dos se aproximaron (Rafaela tiró muchos centros que la defensa rojinegra se encargó de despejar), Colón se mostró un poco más peligroso. Fue el mejor momento de Colón en todo el partido.
La primera situación favorable a los de Osella fue a los 19’ con una carambola casi termina en gol cuando Videla remató desde muy lejos, el balón rebotó en un jugador de Atlético y en ese desvío casi se le mete al arquero, que con un manotazo envió el balón al corner.
Dos minutos después avisó nuevamente Colón con un tiro de Graciani que se desvió en un defensor.
Pero de a poco Atlético comenzó a equilibrar las acciones, se adelantó en el terreno y hasta pasó a ser dominador del encuentro, lo que se reflejó en una serie de situaciones de gol, la mayoría con remates desde fuera del área, pero que estuvieron cerca de darle la ventaja.
A los 22’ la Crema llegó por primera vez con un remate desviado de Albertengo, quien repitió con otro tiro cruzado a los 29’
Luego sería Vera quien, también por duplicado, estuvo más cerca de anotar. Primero a los 33’ cuando encontró espacios para moverse desde la izquierda hacia el centro y sacar un violentísimo remate que se estrelló en el palo. Dos minutos después apareció Eluchans, que también desde larga distancia sacó un remate tremendo que tapó Montoya, y tras el rebote y en la misma jugada vino un centro al segundo palo por donde apareció Vera, que quedó solo ante el arquero rojinegro aunque con poco espacio, y volvió a ganar el guardavalla rojinegro.
En la segunda parte del primer tiempo Rafaela encontró muchas facilidades para manejar la pelota en el mediocampo, tuvo espacios y no se vio presionado, por lo que llegó hasta inmediaciones del área sin demasiadas complicaciones.
En el final reaccionó Colón con dos contragolpes que tuvieron a Luque como protagonista: primero tras correr varios metros pero terminar mal la jugada en la que había más jugadores de Colón que de Atlético, y luego con un remate desviado.
No alcanzó...
El comienzo del segundo período mostró a Atlético superando en el campo a un Colón que parecía quebrado, y a los 11’, en la primera situación, Depetris puso el 1 a 0 para el conjunto rafaelino: una floja respuesta de la defensa rojinegra terminó con un cabezazo de Depetris en el área chica, cambiándole el palo a Montoya. La Crema pegó y el rojinegro lo sintió.
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A partir de ahí Osella metió cambios y lógicamente Colón se fue a buscar el empate. Lo hizo con empuje, pero sin ideas, se adelantó y llegó con peligro. Pero para complicar más su situación a los 20’ fue expulsado Jacobo Mansilla, con lo que ahora tenía que remontar el resultado con un jugador menos.
Desde ese momento y hasta el pitazo del final se planteó un encuentro con el rojinegro volcado en ataque, buscando como sea el gol, mientras que los de la Perla del Oeste se plantaron de contragolpe.
En ese panorama Atlético estuvo más cerca de marcar el segundo gol que Colón de alcanzar la igualdad. Primero Federico González desperdició una contra inmejorable para liquidar el pleito, y un minuto después Vera remató desviado. Y en tiempo de descuento Gandín “peinó” la pelota adentro del área y le quedó a Alario, que definió por arriba del arquero y el balón salió muy cerca del travesaño.
No hubo tiempo para más. Esta vez no hubo gol agónico ni salvador. La heroica campaña que hicieron los jugadores comandados por Diego Osella (30 puntos), no alcanzó. En cualquier otra circunstancia hubiera sido más que suficiente, pero no para este castigado Colón. Lógicamente que el descenso es el resultado de una acumulación de errores y desmanejos, pero nada se le puede reprochar a esta plantel y a este cuerpo técnico, que arrancaron el certamen con un pie en el Nacional B e hicieron una campaña como para pelear el campeonato (por varias fechas fue puntero). La peleó hasta el final y un poco más, porque el agónico gol de Alario en la última fecha del torneo llevó a este encuentro de desempate con la Crema. Fue para Atlético, que en la cancha ganó bien. Comienza una nueva historia en Colón.
Colón: alegrías, pasión y penurias
Redacción El Litoral
Su nacimiento fue humilde, en el “campito”, cerquita de donde ahora se levanta el Parque Sur. Cuenta la historia que le pusieron el nombre Colón porque justamente uno de los chicos que fundó el club estaba estudiando el viaje del conquistador y sus carabelas. Y que la forma de la camiseta se debió a que no había suficiente tela para hacerlas de un solo color y hubo que utilizar el rojo y el negro en mitades.
Este es uno de los hitos más importantes de la historia deportiva sabalera. Un club fundado en 1905, que empezó a competir en el profesionalismo en 1948, que un par de años antes pudo construir su actual emplazamiento en pleno barrio Centenario, inaugurando su estadio un 19 de julio de 1946 luego de haber dejado su anterior emplazamiento en Moreno y Bv. Zavalla. El 31 de mayo del año siguiente, en 1947, el club recibió la confirmación de que ingresaba en los registros de Afa y ese año, el 7 de diciembre, recibió la visita de Eva Perón, que fue clave para la construcción de la cancha.
Luego de varios años militando en el duro torneo de Segunda División, con algunas campañas que estuvieron muy cerca del éxito -como la de 1954- le tocó en 1960 el sabor amargo del descenso a la tercera categoría.
Castigado en varias oportunidades, incluso por factores naturales que dañaron seriamente y en más de una ocasión a su estadio, le tocó disfrutar del éxito en 1965, cuando logró el primer ascenso, no sin antes derrotar al Santos de Pelé en el barrio Centenario, en una de las inolvidables victorias que le pusieron el mote de Cenenterio de los Elefantes a su estadio y que recientemente se recordaron los 50 años de ese partido histórico e inolvidable, con el gol de cabeza del siempre recordado Ploto Gómez.
Colón tuvo enormes equipos en la década del 70, algunos de ellos inolvidables como el de 1974 y 1975. Baley; Araoz, Villaverde, Trossero y Fernández; Mazo, Zimmermann, Cococho Alvarez, Carlitos López, Coscia, Saldaño, Brítez, la vuelta posteriormente de la Chiva Di Meola después de su paso por River, el mediocampo de lujo con Villarruel, Roldán y la Chiva, el Gato Andrada en el arco, los tiros libres de Aricó, los goles de cabeza de José Artemio Luñiz, la aparición de Pedrito Pasculli y del Chavo Comas, entre otros.
En 1981 descendió y penó durante casi 15 años en la B, formando algunos buenos planteles que nunca pudieron satisfacer las ilusiones. En ese segmento no se puede obviar una jornada inolvidable aunque triste: la del 26 de junio de 1993, cuando 20.000 sabaleros fueron a Córdoba en la movilización más espectacular de todos los tiempos para asistir a esa definición por penales infartante ante Banfield. Hasta que en 1994 se pudo armar un equipo muy competitivo que lo llevó al club a jugar nuevamente en la máxima categoría. De la mano de José Vignatti en la presidencia, con Nelson Chabay en la conducción técnica y 11 hombres que se recitaban casi de memoria: Vivaldo o Leo Díaz; Ibarra, Ameli, Kobistyj y Unali; Javier López, Kuzemka, Solbes y Gabriel González; Uliambre y Gambier, con el Tuca Risso entrando y metiéndola siempre.
Un par de años más tarde llegó el momento más importante, cuando el equipo que dirigía Pancho Ferraro peleó el campeonato, salió segundo un 12 de agosto de 1997 y se clasificó para jugar por primera vez una copa internacional. Fue la Conmebol, pero un año más tarde, de la mano del profesor Daniel Córdoba se dio el gusto de disputar la Libertadores, con una dignísima eliminación en cuartos de final. Pero para jugar esa Libertadores, antes hubo que jugar otra “final”, seguramente menos estresante que esta: la del 2 de diciembre de 1997 ante Independiente y el gol de Saralegui que le dio a los sabaleros la clasificación, nada menos que dejando afuera al Rey de Copas.
Hubo momentos de mucha alegría (el 30 de abril de 1998 y los penales atajados por Burtovoy ante Olimpia que le dieron la clasificación a Colón para cuartos de final de la Libertadores en el mismísimo Defensores del Chaco) y otros con complicaciones, como cuando tuvo que jugar un partido casi decisivo ante Racing en 2008, con aquel recordado gol de Rivarola. Más copas internacionales y nombres que se inscribieron en el corazón del hincha, como el Bichi Fuertes, goleador histórico y el jugador que más veces se puso la camiseta de Colón como jugador profesional.
El estadio se transformó en uno de los mejores del interior del país y fue sede de dos partidos de la selección por la Copa América. Es un motivo de orgullo para todos los sabaleros, con una capacidad para casi 40.000 personas y que fue creciendo a medida que llegaron los buenos resultados deportivos y la continuidad en Primera.
Dirigentes, hinchas, jugadores, entrenadores y el apoyo siempre presente de la gente, históricamente acostumbradas desde aquellos aciagos años del ascenso, a sufrimientos, postergaciones y penurias deportivas, como ocurrió en estos últimos tiempos, en donde se sumaron la crisis institucional con una comisión directiva que se fue desgastada y en medio de acuciantes problemas económicos, dejando una situación deportiva casi terminal. Colón fue creciendo a través del tiempo y seguramente continuará haciéndolo, con mucha fidelidad a ese corazón sabalero que nunca dejará de palpitar y latir por los colores rojo y negro.
Sábado 24 de mayo de 2014, 18:47