Atlètico Parana se encuentra en tierras sanjuaninas

Un viejo proverbio expresa: “Al que madruga, Dios lo ayuda”. Y los que madrugaron ayer fueron los jugadores de Atlético Paraná, quienes después de las 04.30 de la mañana fueron llegando de a uno a la sede de barrio San Martín, con sus bolsos colgando del hombro y almohadas bajo el brazo, para subir al micro de la empresa Rápido-Tata que los trasladó hasta la ciudad de San Juan. Mientras que el entrenador Edgardo Cervilla, el ayudante de campo Adalberto Muñoz, el defensor Maximiliano Piris y el delantero Franco Chiavarini, esperaban el ómnibus en la ciudad de Santa Fe para subirse allí. 
Todavía con carita de sueño, los futbolistas del Decano emprendieron el largo trayecto con la fe intacta, la ilusión a cuestas, la esperanza de conseguir un buen resultado en calidad de visitante en el primer partido de la serie final del Torneo Argentino B de fútbol. Y esperan una mano de Dios también para regresar a la capital provincial con una alegría. 
En las instancias decisivas, el equipo de barrio San Martín ha obtenido mejores resultados jugando fuera de su casa que en la propia. Repasemos: en cuartos de final, el Gato venció 3-0 a Fútbol Club Tres Algarrobos en la localidad bonaerense y cayó 1-2 en el estadio Pedro Mutio. En semifinales, superó 2-0 a Racing de Córdoba en el barrio Nueva Italia y empató 1-1 en al terreno de calle Ruperto Pérez. Además, el Rojiblanco contabiliza diez partidos sin perder saliendo de su cancha, con siete triunfos y tres empates. Su último traspié como visitante se remota al 1 de diciembre del 2013, cuando perdió en Goya ante Huracán por 1-0. 
Estas estadísticas respaldan al equipo paranaense que se encuentra tranquilo, confiado en sus propias condiciones, está en un gran momento futbolístico y su buen juego lo ha llevado a meterse en la definición del campeonato; pero no subestima al rival porque sabe que ello le puede jugar en contra. Sino que es todo lo contrario. El sacrificio, la humildad y la unión del grupo, han sido tres cualidades fundamentales en las que se ha sostenido esta gran campaña. 
Sólo dos partidos, 180 minutos de juego, cinco días entre un encuentro y otro queda por delante para que el sueño del ascenso al Argentino A se vea cristalizado en barrio San Martín. Es cierto que primero hay que afrontar los compromisos, pero de la forma en que se ha dado todo para el Decano, vale creer que este es el gran año para subir de categoría. Hay una identidad de juego, regularidad y madurez como equipo, que hace que se tenga mucha confianza para pensar en que el objetivo está cerca de alcanzarse. 
La última parada en este extenso trayecto que ha recorrido Atlético Paraná en la temporada 2013/14 es la ciudad de Villa Krause, departamento Rawson, de la provincia de San Juan. Allí lo espera un plantel que también tiene su ilusión y quiere conseguir el mismo propósito, pero respeta mucho la campaña del Decano. El primer choque se llevará a cabo en la noche de este miércoles, a partir de las 21.15, en el estadio “12 de Octubre” y sin público visitante. En la tarde de este martes se conocerá la terna arbitral de esa confrontación, como así también para la revancha que será el domingo, desde las 15.30, en el estadio Pedro Mutio. 
LLEGADA Y CONCENTRACIÓN. A la salida de la entidad de calle Ruperto Pérez, el transporte tuvo un desperfecto técnico y se demoró la salida. Por lo tanto, más de 14 horas duró el recorrido entre la ciudad de Paraná y San Juan. Una vez que la delegación de barrio San Martín llegó a la capital sanjuanina minutos antes de las 21, todos se alojaron en el hotel Cuesta del Viento y por ende los jugadores no realizaron entrenamiento alguno. Entonces caminaron por la zona céntrica para estirar las piernas y después regresaron para cenar y quedar concentrados. 
En la tarde de este martes, el cuerpo técnico dispondrá de una sesión de entrenamiento liviana para que los futbolistas se muevan un poco, la cual comenzará a las 17.30. 
Un total de 20 futbolistas viajaron para afrontar el trascendental cotejo de una de las tres series finales del certamen, ya que en juego hay tres ascensos y son para los ganadores de cada una de ellas. Una sola variante dispondrá el técnico Edgardo Cervilla en el once titular de este miércoles para visitar al Azul de Villa Krause, con relación al que jugó el pasado viernes frente a La Academia cordobesa. Y la misma será el retorno del mediocampista derecho Adriel Bulay, recuperado de una distensión en el muslo de su pierna izquierda, en reemplazo de Oscar Vallejo. El resto será el mismo que venía jugando, por lo que Paraná formará con Iván Baigorria, en el arco; Martín Galli, David Dri, Brian Berlo y Maximiliano Piris, en la línea de fondo; Adriel Bulay, Pablo Vercellino, Pablo Lencioni y Alexis Ekkert, en el mediocampo; y Fernando y Matías Benítez, en la delantera. 
En tanto que para ocupar siete lugares en el banco de relevos, hay nueve nombres y son: el arquero Damián Serrano, los defensores Federico Córdoba y Cristian Romero, los mediocampistas Oscar Vallejo, Gastón Petrucci, Milton Schonfeld y Martín Erramuspe, y los delanteros Franco Chiavarini y Maximiliano Antonelli. 

La palabra de un referente 
El delantero Fernando Benítez es uno de los jugadores referentes del Decano. De joven vistió la casaca Rojiblanca, luego incursionó equipos en el exterior y después regresó a barrio San Martín para terminar allí su carrera. En la madrugada de ayer, antes de emprender viaje hacia la ciudad de San Juan, el Tincho dialogó con EL DIARIO y dejó estas expresiones: 
Jugar la final. “Esto, sinceramente, es algo muy lindo. En todos estos años que uno ha transcurrido en el Argentino B trató de hacer bien las cosas; por ahí se dan, por ahí no. Pero hay un deseo que tengo en lo personal y lo tenemos con los chicos desde hace mucho tiempo. Ojalá logremos lo que tanto queremos”. 
La serie: “Van a ser dos partidos muy difíciles, hay que estar tranquilos y saber que son 180 minutos para pelear el ascenso. Lo que sí me da seguridad, es que el equipo viene entregando y dejando todo en la cancha desde hace un tiempo largo. Hay que ser inteligentes, encararlos de la misma manera que a los anteriores encuentros, tratar de cometer los mínimos errores y saber que se define en casa”. 
La unión del grupo: “Por suerte, en los últimos años han llegado buenas personas al club, el grupo los supo insertar, es un conjunto de cosas, hay buena gente con mucha predisposición al trabajo. Tenemos una familia en cada entrenamiento, en cada viaje, y Dios quiera que quedemos en el recuerdo por haber logrado algo importante”.