Argentino B 12º fecha Síntesis zona 5

EL PARTIDO: Muy picante de principio a fin. El arbitro puntano, Juan Albelo hiso uso de las tarjetas mas temprano de lo habitual y el roce entre jugadores fue creciendo con el paso de los minutos. Es que Lobos y Perros jugaron a todo o nada. Montecaseros jugo mejor en el PT, donde consiguió abrir el marcador con un gol de Pinea a los 18’. Gutiérrez se repuso en la segunda parte y pudo empatar por medio del ingresado Patito Riquero a los 36’.

El juego fue trabado, especialmente en el mediocampo y  las ocasiones de gol vinieron desde las individualidades de cada equipo. El local dispuso de Pinea para lastimar por el costado derecho y fue quien convirtió. El visitante dependió de lo que hizo Nicolás Arce en la creación, pero sus compañeros de ataque se encontraron en una muy cerrada defensa Blanquinegra.

En el ST tiempo paso lo peor de la tarde, un intercambio de golpes entre jugadores dejo como saldo varios jugadores y mas de 10’ sin jugarse. Gutiérrez, que quedo con mayoría de hombres en cancha, manejo el juego y pudo salvar un punto que no lo deja puntero pero es escolta a un punto. Montecaseros que termino defendiéndose con buena tarea de Sandoval y Pacheco cubriendo al lesionado arquero Rodríguez, no pudo aguantar el resultado que lo alejaba de las ultimas posiciones.

LA SÍNTESIS:

EL PARTIDO: Gimnasia anduvo de fiesta por el Legrotaglie: bailó al CEC y de no ser por Márquez en el ST, el resultado hubiese sido catastrófico. Al Lobo, que ya se olvidó de perder, le bastó con 15' en el comienzo, donde pateó tres veces e hizo tres goles.

¿Cuánto cambió Gimnasia de aquel 0-2 ante el mismo rival en Murialdo al equipo de hoy? Mucho, si consideramos que ahora a los goles, los mete. El Lobo tuvo un primer cuarto de hora implacable donde Vuanello anticipó y puso el primero a los 2', sacó un sablazo más tarde para el segundo y Farías la clavó al ángulo al toque. Sí, todo en un cuarto de hora...

Tras el 3-0 el Lobo bajó un poco el ritmo en líneas generales y si bien defensivamente tuvo alguna que otra desatención, Alasia no tuvo trabajo en casi toda la tarde. Altamirano tuvo la más clara para la visita pero, solo y a dos metros del arco, la tiró afuera. Casi 3/4 del partido estuvieron de más y recién sobre el final el Lobo llegó al cuarto (Benítez de cabeza), luego de que Márquez evitara una goleada aún peor.

Gimnasia se volvió a acomodar en el segundo puesto y hace un par de meses que no pierde. Hoy volvió a tener una tarea colectiva destacada (Espinosa, sin goles, el mejor) y es serio candidato a llevarse la zona. Ante Pacífico, en una semana, hasta puede quedar puntero si se le dan unos resultados.

¿Y el CEC? Al Comercial no le salió una en todo el partido y fue casi siempre un desconcierto. Gianformaggio buscó variantes, no las encontró y encima, sobre el final y de caliente, a Mascareño le mostraron una roja que ni él mismo protestó. El CEC había tomado vuelo pero le frenaron el carro, aunque está ahí nomas en una zona muy pareja y el objetivo por ahora se cumple: el descenso está lejos, a 6 puntos.

LA SÍNTESIS:

San Martín no encuentra el norte. El equipo de Carlos Roldán volvió a sumar otra caída, esta vez en manos del gran elenco que conduce Miguel Ángel Buxó. El Chacarero sigue hundido y sin dar señales de vida. Del otro lado, el Lobo del Sur es puntero y se relame.

Pacífico se calzó la pilcha de protagonista y la mantuvo puesta durante todo el primer tiempo. La visita aplastó al León, y lo embocó de entrada. Claudio Clavijo aprovechó la floja zaga central del Albirrojo y puso arriba a los del Sur cuando apenas iban 8 minutos.

El monopolio de situaciones se extendió, y así apareció la gran perla de la tarde. Luciano Cipriani ensayó una chilena y nada pudo hacer Nahuel Colombo. Los de Buxó ganaban 2 a 0 y el Chaca estaba para la cachetada.

Pero en el complemento, el elenco de Roldán se paró mejor y así llegó al descuento a través de Reggi, quien convirtió de cabeza. Pero hasta allí llegó la ilusión del empate.

Pacífico quedó como único líder transitoriamente de la Zona 5, mientras que el León comparte la última posición junto a San Martín de Monte Comán.

EL PARTIDO: Los clásicos se ganan, dicen, y si encima se pueden ganar así... Huracán de San Rafael le metió tres a San Martín en Monte Comán y cada vez se prende más en el pelotón de arriba. Gran actuación colectiva del Azuloro, que está imparable.

Huracán necesitó de un solo tiempo para liquidar a su rival. Es que los tres goles los convirtió en los primeros 45', dejando sin reacción alguna a su rival. Ruíz metió el primero a los 6' y metió el pase que Villalba dejó pasar para que Rebeco pusiera el segundo más tarde. Sobre el final del PT, el equipo de Villafañe transformó la victoria en goleada gracias a un golazo de Carrizo. 

El encuentro, donde se pegó bastante, contó con tres expulsados: Giannoni en Huracán y Fernández y Aracena en San Martín.

El Ferro, completamente del lado opuesto que su rival, sigue en el último lugar volviendo al Torneo del Interior. El Globo, que desde que agarró Villafañe es otro equipo, no para de ganar partidos importantes y el próximo será Pacífico por Copa Argentina. El año lo cierra en casa ante el Chacarero.

LA SÍNTESIS:

EL PARTIDO: En un encuentro en el que todos jugaron como zombis, aquel que mostrara una gota de pillo sería el que definitivamente se quedara con el premio mayor. Y fue Andes, gracias a la avivada de su entrenador. “Tirala a Franco, a Franco” fue el grito de Néstor Mosiuk, viendo como la defensa de Guaymallén cuidaba a los torres del Croto y descuidaba al petiso de Farías, que sólo y por el segundo palo la mandó a guardar.

Parece mentira, pero nada más pasó en todo el partido. Una primera parte donde el tiempo neto de juego no debe haber superado los 15 minutos (el balón vivía fuera de los límites) y una segunda parte donde nadie propuso y tampoco hubo un claro denominador. Pero ese gol a los 16 del complemento fue suficiente.

Para destacar en el local, la firmeza de Tissera en defensa y la movilidad (además de la conversión) de Farías. Para subrayar en el Cacique, la proyección constante de Diego Pereyra –que terminaba en nada por la mala tarde de sus compañeros – y la entrega de Uranga. Una jornada para olvidar rápido y que en lo táctico resultó un dolor de ojos para los presentes, pero una alegría más para un Andes que no deja de soñar.

LA SÍNTESIS: