EL PLANTEL DE LA EMILIA YA HIZO HISTORIA

El dolor aún desgarra. Es inevitable sentirlo por más que no hayas conocido a Maximiliano Giusti. Su muerte, absurda, trágica, inesperada, tempranera, irreparable, sacudió como esos golpes secos que tumban y no te permiten seguir adelante. Detrás de aquél futbolista de apenas 25 años, que había construido una linda carrera con pasos por Vélez y en clubes del exterior, estaba un ser humano muy querido. Ese que había resuelto regresar a su ciudad para aportarle todo su talento a La Emilia.

Por Ignacio Arámburu - Super Sport Nicoleño

La madrugada del sábado nos despertó con esta noticia. Nos avistó su socio de ataque Marcelito Ocanto, quien no podía entrar en razón. ¿Cómo? ¿Por qué? Las preguntas sin respuesta alguna eran reacciones que se iban sucediendo por decantación. Maxi había ido a cenar a la casa de su compañero Elías Martínez en Ramallo y a la vuelta encontró la muerte en esa ruta de mierda que tantas vidas ha costado. La noche siguiente tanto él como el equipo debían concentrar para un juego clave en Pergamino.

La dirigencia e influyentes en AFA hicieron hasta lo imposible para postergar el partido. Hasta hubo comunicación con Armando Pérez, presidente de la Comisión Normalizadora. Pero el Consejo Federal, sin reflejos ni lucidez, aludía que no podía desarmar lo establecido porque los tiempos apremiaban y ya estaba todo organizado para que la pelota siguiera rodando. Como si las tragedias pudieran ser organizadas con antelación... Por Dios.

¿Cómo salir a jugar horas después de haber enterrado los restos del querido Maxi en el Parque Celestial? Imposible hacerlo. Todo el sábado acompañando a su familia y seres queridos en el velatorio hasta el mismo domingo por la mañana. Hay veces en que lo deportivo no tiene sentido cuando se trata de estas cosas.

Elías Martínez, experimentado, líder, seguramente golpeado como pocos tras el hecho, reaccionó con la claridad que sólo tienen los grandes. Entre tantas opciones, el volante ramallense les explicó a sus compañeros lo que debían hacer: firmar la planilla, posar con una bandera con su nombre y retirarse de la cancha. Brillante. Con la personalidad de un caudillo para actuar frente a esta adversidad tan terrible. Los demás avalaron. “Es lo que debíamos hacer”, repite Ocanto. Omar Giusti, papá de Maxi, les había pedido que no disputaran el partido. No hubo nada más que decir.

ESTE PLANTEL DE LA EMILIA YA HIZO HISTORIA. No importa lo que le ocurra deportivamente en el futuro. Podrá mantenerse en el Federal B o no. Ojalá lo haga porque sería un justo premio. Merece que una multitud lo apoye al entrar a una cancha. De cualquier club. Este plantel le dio una lección al fútbol argentino, tan metido en innumerables problemas, de HUMANIDAD.

Hay momentos de la vida en que el show no puede continuar. El plantel de La Emilia, en un colectivo consternado de dolor y con ese asiento vacío por primera vez, viajó rumbo a Pergamino e hizo lo sugerido por el enorme Cabezón Martínez. Los colegas de Argentino se solidarizaron. Aplaudieron con emoción tras el minuto de silencio (como sucedió en Belgrano-Rojo con protagonistas y público). El árbitro pitó y La Emilia se fue de la cancha. CON UNA DIGNIDAD TAN GIGANTE COMO POCO FRECUENTE. La foto lo dice todo. Durante el regreso en el bondi sobró la emoción y el orgullo por la conducta esgrimida en la triste tarde de domingo.

Hoy lunes, el Consejo Federal parece haber tomado nota de lo sucedido. Y reprogramará el partido Argentino-La Emilia. Un acto de estricta justicia. ¿Tardío? Puede ser. Más vale tarde que nunca.

MAXI GIUSTI PUEDE DESCANSAR EN PAZ. Desde el cielo, debe estar sintiendo un orgullo inmenso del grupo humano con el cual había elegido compartir la pasión de jugar al fútbol. El plantel de La Emilia nos enseñó que hay momentos en los que hay que parar y rebelarse frente al impiadoso sistema que a veces cree que los humanos somos máquinas que funcionamos sin corazón.

MUCHAS GRACIAS PLANTEL DE LA EMILIA POR BRINDARNOS UNA LECCIÓN CON SU EJEMPLO PARA LA POSTERIDAD.

Lunes 10 de octubre de 2016, 22:57